John Sidney McCain III nació el 29 de agosto de 1936 en la Base Naval Aérea de Coco Solo, ubicada en la Zona del Canal de Panamá. Siguiendo los pasos de su padre y su abuelo —almirantes de cuatro estrellas de la Armada de EEUU— John ingresó en la Academia Naval de EEUU en Annapolis.
Guerra y torturas
En 1967, fue enviado a la guerra de Vietnam, donde sobrevivió milagrosamente a un fuerte incendio a bordo del portaviones USS Forrestal, en el que murieron 134 marineros estadounidenses.
Ese mismo año, el avión que pilotaba McCain fue derribado por la guerrilla vietnamita, después de lo cual el teniente comandante de la Marina pasó cinco años y medio como prisionero de guerra en Hanói.
"Tengo más cicatrices que Frankenstein", solía bromear el político.
Víctima de horrendas torturas, McCain intentó suicidarse en dos ocasiones, pero se negó a ser liberado anticipadamente, algo que lo convirtió en un héroe nacional.
"Sobrevivir a mi encarcelamiento fortaleció mi autoconfianza, mientras que mi negativa a una liberación anticipada me enseñó a confiar en mi propio juicio", afirmaba en su libro de memorias de 1999 'La fe de mis padres'.
Debido a las consecuencias de las torturas se vio obligado a abandonar su carrera de piloto militar y en 1983 llegó a la Cámara de Representantes de Arizona. Cuatro años después, en 1987, logró un escaño en el Senado de EEUU. Fue reelegido en 1992, 1998 y 2004.
El político 'difícil' de EEUU
McCain fue considerado —y con razón— uno de los senadores más inconformistas, controvertidos y 'difíciles' de EEUU. Aunque era miembro del Partido Republicano, McCain fue conocido por criticar activamente algunas de las decisiones de su partido. En particular, censuró el uso por parte de la CIA de las llamadas 'técnicas mejoradas de interrogatorio'. En 2006, abogó por reformar el sistema financiero estadounidense.
No obstante, el propio senador siempre se consideró un 'llanero solitario', ya que en muchos casos no estaba de acuerdo ni con los demócratas ni con los republicanos. Debido a su actitud independiente fue llamado 'maverick' (término con el que se designa a un político que se aparta frecuentemente de las líneas marcadas por su propio partido).
"Él siempre estaba listo para la próxima experiencia, la próxima pelea. No solo listo, sino impaciente", afirmó el asesor de McCain Mark Salter, que agregó que "se divertía luchando, no ganaba ni perdía".
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En 2000, el senador republicano presentó su candidatura a las presidenciales de EEUU. McCain ofreció a los estadounidenses una promesa de derecha moderada.
"Vamos a arrebatar la política de las manos del gran capital y de los lobistas que han corrompido Washington. Vamos a devolver el poder a los ciudadanos estadounidenses", afirmaba McCain.
Pese a que el senador obtuvo la victoria en el estado de New Hampshire, fue otro republicano, George Bush, quien ganó las presidenciales.
En junio de ese mismo año afirmó que algunos de los líderes de los países latinoamericanos, como Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales, representaban una "amenaza" para la democracia en la región.
"Esta gente cuando llega al poder trata de consolidarlo y acumular más poder en sus manos", declaró a los medios, y subrayó que "muchos de los comentarios que ha hecho Chávez no reflejan el tipo de comportamiento que uno espera de los líderes".
En los últimos meses, McCain se caracterizó por ser un férreo crítico del presidente Donald Trump y del Kremlin. Así, calificó como un "error trágico" la reunión en Helsinki entre Trump y Putin —a quien calificó como "asesino" y "matón"—. Además, criticó la política migratoria aplicada por el líder de EEUU y su falta de respeto a la libertad de prensa. Dejó en su testamento que su familia no invitara al mandatario estadounidense a su funeral.
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El senador defendía que Washington y Moscú nunca serían amigos, ya que son demasiado diferentes y no serían capaces de cooperar como iguales.
"Putin no es amigo de EEUU ni tampoco su competidor. Es enemigo de EEUU, y fue su elección", afirmó el senador, citado por Washington Post.
Sin embargo, el presidente Vladímir Putin reveló en una ocasión que "incluso tengo simpatía por McCain, no es broma". Según el líder ruso, McCain le cae bien "por su patriotismo" y por su compromiso a la hora de "defender los intereses de su país". Putin comparó al senador estadounidense con el mítico político, escritor y militar romano Catón el Viejo, que repetidamente clamaba que "Cartago debe ser destruida". Al mismo tiempo, afirmó que las personas como el senador "se niegan a mirar al futuro y no entienden lo rápido que cambia el mundo, además de no percibir las amenazas reales".