Rusia tiene derecho de abandonar el Tratado START, aunque Washington considera que Moscú carece de la respectiva intención, afirmó la secretaria adjunta de Estado de EEUU, Rose Gottemoeller, tras las declaraciones negativas de la parte rusa ante el despliegue del escudo antimisiles en Europa.
“Si (Rusia) ve que el tratado ya no corresponde a sus intereses nacionales, tiene derecho de abandonarlo. No lo discutimos, es más, nosotros mismos tenemos este derecho”, señaló Gottemoeller, no obstante agregó que EEUU no considera que “Rusia tenga razones para abandonar el tratado aunque exprese su preocupación respecto a la DAM”.
No obstante, EEUU sigue interesado en un diálogo con Rusia sobre la reducción de armamento no sólo estratégico sino también el arsenal nuclear táctico.
Gottemoeller recordó que al firmar el tratado START el 8 de abril de 2010, el presidente estadounidense, Barack Obama, destacó la necesidad de pensar en la siguiente etapa de la reducción de armas, en particular, continuar la reducción de armas estratégicas, así como reducir el arsenal nuclear de reserva y armas tácticas.
“Se trata de dos nuevas categorías de armamento, y estaríamos muy interesados en cooperar con Rusia en la reducción de este armamento, en buscar nuevos enfoques para la verificación de las respectivas decisiones”, resaltó Gottemoeller.
EEUU tiene también la intención de abordar con Rusia la posibilidad de suspender la producción de la materia fisible para el armamento nuclear, asunto que se planea abordar en la próxima Conferencia de Desarme en Ginebra.
“Ahora nos centramos también en otro problema importante, en el formato de la cooperación para la defensa antimisiles”, concluyó la secretaria adjunta de Estado de EEUU.
EEUU y la OTAN pretenden emplazar elementos de su escudo antimisil en la Europa del Este y aseguran que su plan no apunta contra el potencial ruso de disuasión nuclear, no obstante, Washington rehúsa dar garantías jurídicamente vinculantes a sus declaraciones.
En respuesta el presidente ruso, Dmitri Medvédev, amenazó con el abandono del Tratado START, principal resultado del reinicio de relaciones entre Moscú y Washington.
