Empresas privadas rusas podrán participar en el desarrollo de armas para las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia (FNE), anunció el viceprimer ministro Dmitri Rogozin, responsable del sector de Defensa en el Gobierno de Rusia.
“Todo lo relativo a la fabricación para las FNE debe permanecer, sin lugar a dudas, bajo control absoluto del Estado. También podrá colaborar el sector privado, y la cooperación en este campo es sumamente amplia, pueden ser unas 300-400 compañías”, señaló Rogozin en una entrevista a RIA Novosti.
Precisó que para realizar actividades en esta rama de la industria militar las empresas privadas deberán someterse a una serie de inspecciones y tramitar las autorizaciones pertinentes. Ambas gestiones son “problemas perfectamente solucionables”, aseguró.
Según el viceprimer ministro, el sector privado podría colaborar en el diseño y la fabricación de componentes y materiales nuevos para las armas nucleares.
La participación del capital privado en la industria militar rusa debe aumentar al 30 o 35%, opinó Rogozin.
“En EEUU, el 60% de las empresas de la industria militar están en manos privadas. Creo que en Rusia con las medidas del Gobierno para atraer el capital privado al sector de Defensa esta cifra ascenderá al 30-35%, menos que en EEUU debido a que tenemos un sector público muy fuerte en la industria de guerra, con 1.350 empresas”, explicó.
