Tres buques más se sumarán a la flotilla rusa en el Mediterráneo, que contará así con diez navíos frente a las costas de Siria, informó hoy el comandante de la Armada, almirante Víctor Chirkov.
“Su objetivo es simple: evitar la más mínima amenaza a las fronteras y a la seguridad del Estado. La presencia en las zonas de tensión es práctica habitual de todas las armadas del mundo. Los buques actúan de acuerdo al plan establecido por el mando operativo”, dijo Chirkov.
Actualmente, en la zona del Mediterráneo están desplegados los buques de desembarco anfibio Peresvet, Almirante Nevelskoi, Minsk, Novocherkassk y Alexander Shabalín, así como el destructor Almirante Panteléev y la fragata Neustrashimi.
En los próximos días a la flotilla rusa en el mediterráneo se incorporarán el crucero lanzamisiles Moskva, la fragata Smetlivi y el buque de desembarco Nikolái Fílchenkov.
El almirante recordó que Rusia comenzó a reforzar su presencia militar en 2012 teniendo en cuenta la situación político-militar en el Mediterráneo.
Desde el pasado mes de diciembre, los buques de la armada rusa cumplen misiones permanentes en la zona oriental mediterránea. Para optimizar el control de los buques y embarcaciones de apoyo en esa zona, desde el pasado 1 de mayo fue creado un organismo de comando operativo.
