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Moscú, RIA Novosti
Nezavisimaya Gazeta
Rusia necesita una mejora radical de las relaciones con Ucrania
La visita del presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, a Moscú proporciona al Kremlin una oportunidad singular para demostrar que realmente respeta las prioridades proclamadas en materia de política exterior. De cómo se desarrollen las negociaciones entre Putin y Yúschenko dependerá el futuro de los vínculos ruso-ucranianos, señala Nezavisimaya Gazeta en su editorial del martes.
A lo largo de los últimos dos años, Moscú y Kíev han logrado escaso avance en la solución de los temas pendientes en los contactos bilaterales, tales como la demarcación de las aguas en el Estrecho de Kerch y en el Mar de Azov, así como el control sobre las infraestructuras usadas por la Flota rusa del Mar Negro en Crimea.
La relación se complica también por el hecho de que Ucrania - país eslavo, vecino y socio de Rusia - proclamó al nivel oficial el rumbo a la integración en la UE y en la OTAN. Moscú interpretó el anuncio una traición y, según la opinión prácticamente unánime de los expertos ucranianos, decidió apretar uno de los puntos más álgidos: el suministro del gas. No era difícil hacerlo porque Ucrania tiene una deuda con Rusia por el consumo de este hidrocarburo. En vísperas de la visita de Yúschenko, Gazprom hizo una advertencia: va a cortar el suministro a menos que le paguen.
La intriga en torno al gas, de cuya solución depende el estado de la economía ucraniana y la incandescencia de las pasiones políticas, se mantendrá hasta la tarde del martes. Lo confirma también el anuncio hecho por Serguei Kupriyánov, el portavoz de Gazprom: "El momento para la eventual reducción del suministro del gas a Ucrania queda aplazado de las 10 a las 18 horas del 12 de febrero".
En Ucrania esperan que Yúschenko logre convencer a Putin de que es conveniente postergar los pagos. Sin ello, el mandatario ucraniano será incapaz de resolver una serie de problemas internos que no son menos complicados, en particular, las crecientes discrepancias entre el Gobierno y la oposición parlamentaria, las cuales podrían provocar la convocatoria de nuevas elecciones anticipadas. La normalización de las relaciones entre Kíev y Moscú plantea la necesidad de elaborar una detallada "hoja de ruta", eliminar gradualmente los escollos y deshacerse de los prejuicios del pasado.
Si es cierto lo que dicen los máximos dirigentes del Kremlin acerca del papel especial de Ucrania en la política exterior de Rusia, hay que considerar los intereses y los deseos del pueblo ucraniano y manifestar la misma comprensión que se tiene con respecto a Serbia. Las relaciones con Kíev son una prioridad tope para la diplomacia rusa.
RBK daily
Rusia y China tratan de prevenir militarización del espacio cósmico
El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, presentará hoy a la Conferencia de la ONU sobre Desarme en Ginebra el proyecto de tratado, preparado conjuntamente con China, que prohíbe desplegar armas en el espacio.
A diferencia del tratado de 1967 que prohíbe emplazar en el espacio sólo armas de destrucción masiva, el nuevo documento hace extensiva esta prohibición a cualesquiera armas, incluidas las cinéticas que desarrolla con energía EEUU. Es la segunda respuesta a la retirada de EEUU del Tratado ABM en 2002. La primera en responder a la acción emprendida por Washington fue China, país que en enero del año pasado lanzó un misil que destruyó un satélite meteorológico obsoleto a 800 kilómetros de la Tierra. El misil no llevaba carga explosiva, pero su lanzamiento exitoso suscitó histeria en EEUU.
"Las Fuerzas Armadas de EEUU dependen al 100 por cien de los satélites -hace recordar el experto en armamento del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, Alexandr Pikáev-. Sin ingenios espaciales los estadounidenses serán incapaces de conducir una guerra por quedar sordos y ciegos."
No hay indicios de una carrera armamentística en el espacio por lo que bastan los acuerdos ya firmados, sostienen las autoridades de Washington.
"En primer lugar, la Administración de Bush muestra una actitud negativa ante la idea del control de armamento -explica Pikáev-. En segundo lugar, los norteamericanos planean emplazar en el espacio sistemas cinéticos activos, en particular, brilliant pebbles, "piedras guiadas" capaces de destruir ojivas de misiles, o artefactos metálicos cuneiformes, diseñados para perforar búnkeres subterráneos."
EEUU tardará al menos diez años en llevar a la práctica estos planes, sostiene el científico ruso. No obstante, el Ejército norteamericano ya dispone de armas espaciales: misiles interceptores GBI que ya están en servicio operacional en Alaska y en California y serán instalados en Polonia. Por sus características es un misil de alcance medio, similar al chino "matón de satélites", pero destinado a destruir cabezas de combate en órbita.
Nadie cree que EEUU firme el tratado propuesto, pero según parece, Pekín y Moscú planean alcanzar otros objetivos. "Es un intento de sacar del atolladero la Conferencia de Ginebra que desde 2001 no puede redactar siquiera una agenda -dice Pikáev-. Además, se pretende presentar a EEUU como país enfrascado en la tarea de desmantelar el sistema de tratados internacionales existente. Eso convertirá a EEUU en blanco de críticas masivas."
