Los recursos de Irán para obtener armamento, pese a las sanciones de la ONU

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Las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán reducen considerablemente las posibilidades de Teherán para adquirir armamento moderno.

Las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán reducen considerablemente las posibilidades de Teherán para adquirir armamento moderno.

La adhesión completa de Rusia al régimen de sanciones mediante el decreto firmado por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, el pasado 22 de septiembre, y que prohibe el  suministro de misiles rusos a Irán, permite suponer que la comunidad internacional logró imponer un bloqueo universal de armamento a la república islámica.

 ¿Cuál podrá ser la eficacia de este bloqueo?

Las capacidades de la República Islámica

En lo que armamento se refiere, Irán, sin duda alguna, es uno de los estados orientales más potentes. Ese potencial está determinado por factores como su extenso territorio rico en recursos naturales, su continuo crecimiento demográfico, la ausencia de pasado colonial,  y una base científica y tecnológica nacional muy desarrollada que le ha  permitido adaptar tecnologías militares e industriales europeas para suplir  sus necesidades de defensa.

Además, Irán es uno de los estados musulmanes más fuertes. A partir de ciertos criterios, a menudo su potencial bélico y político es  considerado más alto que el de Pakistán que posee armamento nuclear. El potencial militar de Irán es superior al de los países del Golfo Pérsico y la Península Arábiga, ninguno de los cuales puede compararse con Irán por su densidad de población y por el desarrollo de su industria nacional.

La industria bélica de Irán está bien desarrollada. Y uno de los objetivos de las autoridades del país es la independencia de los suministros extranjeros del material bélico. Al mismo tiempo, Irán no abastecer a sí mismo toda la producción militar necesaria. Sus capacidades son algo más altas que las de Pakistán, por ejemplo, pero son insuficientes para una existencia autónoma.

La amenaza de conflictos militares con los países del Golfo Pérsico y EEUU obliga a Irán mantener el alto nivel de sus fuerzas armadas, lo que es imposible sin suministros desde afuera. Esos suministros Irán los ha conseguido con China, uno de los principales socios de Teherán en materia de cooperación técnico-militar. Esa cooperación tuvo un auge más que todo  después de la revolución islámica de 1979, cuando la cooperación con el Occidente y la URSS fue imposible.

Tecnologías a cambio de petróleo

China importó a Irán material bélico y armamento para abastecer todas las necesidades de la Fuerzas Armadas iraníes, y también tecnologías y licencias para su producción. Por su parte, Corea del Norte facilitó a China mucha información técnica sobre misiles tanto de fabricación propia como soviética. La ayuda de China y de Corea permitió a Irán combatir de igual a igual contra Iraq en la guerra entre 1980 y 1988. Iraq  tenía ejército menos numeroso, pero sus tropas estaban dotadas con armamento y equipo bélico más moderno.

En la década de los años 90 la colaboración militar entre Irán y China continuó: la República Popular necesitaba un proveedor de petróleo independiente, mientras que Irán estaba interesado en obtener  tecnología bélica más o menos moderna. Al recuperarse un poco después de la guerra, Irán comenzó un programa a largo plazo  para  desarrollar sus Fuerzas Armadas y, teniendo cuenta el alto nivel de su industria, el gobierno iraní en vez de comprar armamento, empezó a adquirir tecnologías para su producción.

 Además, se puso en marcha una cooperación de Irán con Rusia y otras ex-repúblicas soviéticas, lo que le dio acceso a una serie de tecnologías bélicas modernas. Sin embargo, China siguió siendo su socio principal, aunque a finales de los 90 la cooperación directa en esta esfera entre los dos países empezó a disminuir a medida de que China mejoraba  sus relaciones con Estados Unidos.

En aquel período Irán intentó arreglárselas por sus propias fuerzas, desplegando la producción de sistemas nuevos que, como regla, eran réplicas de modelos extranjeros. Pero no toda la nomenclatura de armamento se puede reproducir de esa manera, esto más que todo se refiere a los sistemas de defensa antiaérea y a los aviones de combate. Entonces Irán afianzó la cooperación con China en la esfera del desarrollo de tecnologías, sustituyendo poco a poco los suministros directos de armas.

Irán comenzó a adquirir equipos y tecnologías, capaces de elevar el potencial científico e industrial del país. De esta manera, Teherán logró comprar a China dispositivos de rayos X de alto rendimiento,  necesarios para las pruebas de propulsores de misiles, maquinaria de alta precisión para la fabricación de los elemento para plataformas giroscópicas de aplicación en los proyectiles de guiado controlado,  sistemas móviles para el control de la información de telemetría de  cohetes, otros componentes y dispositivos.

A consecuencia de las restricciones impuestas a la importación directa de armamento, la cooperación técnico-militar entre China e Irán  desembocó en la creación de empresas conjuntas especializadas en suministrar a Irán dispositivos, equipos y documentación técnica de doble aplicación (civil y militar). Este proceso está acompañado por programas de cooperación para la capacitación de especialistas.

Para ello, las autoridades iraníes firmaron acuerdos con universidades chinas, para la capacitación de personal iraní en diferentes campos para su integración posterior en la plantilla de diferentes entidades de  defensa  en Irán.

La cooperación entre China e Irán en este campo quedó limitada por las capacidades técnicas de las empresas y entidades de China, en lo que se refiere al suministro de tecnologías y materiales modernos. Sin embargo, resultó suficiente para que Irán pudiera emprender la creación de nuevos misiles, una cosa poco probable sin el apoyo de China.

Gracias a la cooperación técnica, en la última década, Irán logró organizar la producción en serie de sistemas  de misiles de defensa antiaérea de corto alcance, copia del sistema chino HQ-7, y modernizar otros sistemas más antiguos.

 Según fuentes, Irán está a punto de crear su propio sistema de misiles antiaéreo análogo al sistema ruso S-300 (de nuevo copiando la versión china HQ-9/FT-2000).

Misiles antiaéreos S-300P. Infografía 

Equipos para lanzamiento de misiles, muy parecidos a la HQ-9, ya fueron exhibidos en desfiles militares en Teherán, aunque hay  especialistas que suponen la posibilidad de que se trate solo de  maquetas. 

¿Irán desarrolla energía nuclear civil o fabrica el arma atómica? Infografía

El futuro

Sin duda alguna, la cooperación técnico-militar entre China e Irán continuará. Los dos países necesitan uno al otro: Irán experimenta una falta de equipo bélico moderno, China busca materia prima. Respecto a las posibilidades de cooperación podemos destacar las siguientes direcciones:

Es poco probable que China realice suministros directos de material bélico a Irán. A pesar de que la política exterior china tiene un carácter independiente, este país no busca estropear las relaciones con EEUU y tampoco con la Unión Europea. Sin embargo, en el caso de que estas relaciones empeoren, la situación puede cambiar. Expertos  indican que China de forma clandestina ya ha suministrando a Irán algunos modelos  de material bélico para su reproducción.

Por lo visto, los ingenieros chinos participan en la fabricación de aviones de combate Azarakh y Saegheh, diseñados por Irán a base de caza estadounidense F-5, así como en la modernización de flota aérea de combate. Los especialistas chinos fueron vistos en la base aérea de Mehrabad (Teherán), donde se realiza el mantenimiento de aviones de fabricación estadounidense.

Los dos países colaborarán también en el campo de marina de guerra, manteniendo Irán la fabricación de barcos y cohetes bajo la licencia china, como mínimo. Vale la pena mencionar que los últimos años Irán va reforzando su presencia en el Golfo Pérsico, desarrollando los nuevos tipos de material bélico marino, incluidos misiles y torpedos guiados, así como artillería.

Teniendo en consideración la situación en el Golfo, Irán podrá cumplir con su objetivo únicamente comprando o construyendo una  cantidad suficiente de buques bien armados. China puede participar también en la modernización de aviones iraníes anti-submarino Р-3F Orion.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI 

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