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KAZAJSTÁN: EL ISLAM SOBRE LAS HUELLAS DE LA RELIGIOSIDAD TURANA

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Ana Marco Estevan

 Licenciada en Filología Árabe con francés como segundo idioma, Universidad de Alicante, 2002-2006. Doctoranda del programa Lenguas, Culturas y sus traducciones en el Ámbito Mediterráneo, Departamento de Estudios Árabes e Islámicos, Universidad de Alicante.

•1. Introducción

Dentro del vasto volumen territorial soviético, numerosos pueblos y lenguas quedaron casi en el anonimato a los ojos del mundo durante décadas, lo que explica en parte que entre los occidentales estas naciones resulten tan lejanas y poco conocidas. En cambio, para la islamología, entre otras disciplinas, esta región ofrece un gran campo de estudio, pues aunque tras la caída de la Unión Soviética muchos investigadores se han consagrado a estudiar el tema de la cuestión nacional en estas repúblicas, así como lo expresara Habiba Fatih, todavía se ha prestado poco interés a la cuestión identitaria a través de los actores musulmanes.[1]

Aunque los pueblos del Asia Central pueden llegar a ser muy afines entre sí, no hay que perder de vista que a la llegada de los rusos en el siglo XVIII, el Islam en toda la región de Asia Central y el Cáucaso no era homogéneo y, por lo tanto, la política zarista y posteriormente soviética no pudo impactar de igual modo en unas sociedades y en otras. Asimismo, el Islam que se puede encontrar hoy día en lugares como Dagestán, Chechenia, Uzbekistán, Tayikistán o Kazajstán, por nombrar varios ejemplos, presenta igualmente particularidades que se han de tener en cuenta y que en ocasiones no se analizan en algunos estudios de conjunto.

Aunque una buena parte de los kazajos se declara musulmán sunní, se debe matizar desde el principio que de todas las repúblicas que nacieron en Asia Central tras la desintegración de la Unión Soviética, Kazajstán es, junto a Kirguistán, probablemente la que menos ha conservado la influencia de su pasado islámico. Prueba de ello es la gran ausencia de símbolos islámicos en la arquitectura, en la configuración de las ciudades, el escaso seguimiento de la práctica religiosa y la gran aceptación de costumbres de vida europeas y sobre todo rusas.

Ante la falta de elementos islámicos reconocidos universalmente, automáticamente se suele aludir al carácter ateizante del régimen soviético para explicarlo. Pero dicho régimen abarcaba otras sociedades musulmanas, sobre las que impactó en mayor o menor medida, y en cambio, tras la caída de la URSS, el Islam ha recuperado mayor protagonismo entre otras naciones centroasiáticas o caucásicas que entre el pueblo kazajo. La explicación de este hecho engloba un considerable número de factores. Aunque es cierto que algunos de ellos están vinculados estrechamente bien al periodo de rusificación y sovietización, bien a la historia reciente de cada región, para comprender algunos otros es imprescindible remontarse al pasado, a la llegada misma del Islam a esta región y a las especificidades socio-culturales de la nación kazaja. En esta ocasión nos centraremos en estos últimos.

•2.  La reconstrucción identitaria de la nación kazaja

 En pos de una afirmación identitaria nacional, surge la necesidad de establecer la diferenciación entre las distintas naciones que forman el conjunto centroasiático, y por ello las grandes líneas de investigación abiertas en Kazajstán, como en otras repúblicas de Asia Central, están dirigidas principalmente a la reconstrucción de su historia étnica, de su historia socio-política, de su historia religiosa y de su lengua, aunque sin lugar a dudas las dos primeras son las que merecen hasta hoy mayor interés. Los trabajos sobre las diferencias lingüísticas y las especificidades religiosas son mucho menos populares, por lo que el material autóctono con el que se puede contar a este respecto es, hasta el momento, bastante limitado. La mirada de cada una de estas repúblicas hacia el interior de sí mismas impide, en ocasiones, una mirada global sobre aspectos lingüísticos, culturales y religiosos, muestra de que estos jóvenes estados todavía no están del todo preparados para abordar cuestiones de conjunto.

Tras la independencia, y frente a la historia oficial escrita por los rusos durante décadas, con el apoyo del gobierno de Nursultan Nazarvayev, Presidente de la República, Kazajstán ha puesto en marcha el programa estatal El legado cultural, a través del cuál se lleva a cabo un proceso de reconstrucción nacional del pueblo kazajo desde un punto de vista kazajo. [2] Gracias a esta iniciativa, los intelectuales llevan a cabo la labor de reescribir el libro de su pasado, ya que como advierte en Historia de Kazajstán el historiador kazajo Georgi Vasilevich Jan, sin historia no hay nación. [3] El problema es que en muchas ocasiones prima una visión nacionalista de los académicos kazajos sobre una auténtica honestidad histórica.

 •3.  La religión en la República de Kazajstán

 Según las estadísticas recogidas por B.A. Ivanov y Ya.F. Trofimov, el Islam es la religión mayoritaria en Kazajstán con un 53,7% [4] (los kazajos supondrían, frente al resto de étnias que habitan en la república, un porcentaje similar). Por lo tanto, según estas investigaciones, la práctica totalidad de los kazajos profesan el Islam sunní. Debido al gran número de eslavos, la Iglesia ortodoxa está bastante extendida, y también se pueden encontrar corrientes cristianas evangelistas, católicas y sobre todo protestantes.

En cambio, una vez desaparecida la represión religiosa soviética, lo que se percibe en Kazajstán es un vacío religioso. Así, en la práctica, una parte de los kazajos se declara atea, sobre todo personas adultas, aunque existe una gran parte que declara ser creyente pero no tener religión, mientras que son los jóvenes los que se están inclinando por adquirir de nuevo una creencia religiosa concreta. En muchos casos, las generaciones kazajas más jóvenes afirman que ellos son musulmanes, pero que sus padres y abuelos no son nada o que sencillamente no les han transmitido ninguna religión. ¿Por qué saben entonces que son musulmanes? Así lo interiorizan en el proceso de reconstrucción nacional en la escuela, en sus casas o a través de los medios de comunicación, donde se les explica lo que significa ser kazajo, con lo que la religión musulmana en Kazajstán, por ahora, no se hereda, sino que se adquiere como símbolo identitario. Que sepan que son musulmanes no implica que conozcan el Islam y que se sientan realmente fieles creyentes musulmanes, aunque en algunos estudios realizados y presentados en conferencias sobre la cuestión, se llega a la conclusión de que la práctica religiosa musulmana se va incrementando día a día. Por ejemplo, en un artículo dedicado al Islam en Almaty en la revista Time Out Almaty, se afirma que en diciembre de 2007 viajaron a La Meca en peregrinación cuatro mil quinientos kazajos, dos veces más que los que viajaron en diciembre del año 2006 en las mismas fechas. [5] En 1995 tan sólo cuatrocientos kazajos habían realizado la peregrinación. En este artículo se añade que el número de mezquitas está aumentando, al igual que en las cátedras universitarias se van implantando cada vez más estudios islámicos y de lengua árabe. Desde luego, algunas estadísticas como las de Ivanov y Trofimov hablan por sí solas. Entre los años 1989 y 1993, periodo en el cual Kazajstán proclama su independencia, el número de mezquitas oficiales cifradas en el país ascendía a 269 mezquitas. A fecha de 2003, diez años más tarde, en Kazajstán existían 1652 mezquitas oficiales. [6]

Para algunos autores, teniendo en cuenta los datos anteriores, hoy en día se está produciendo el renacimiento del Islam entre los kazajos, y por ello se han abierto universidades islámicas en Turkestán, prolifera la apertura de institutos islámicos y escuelas coránicas en Almaty, y la influencia de la religión en el desarrollo espiritual de la nación está cobrando de nuevo mayor relevancia. Orynbekov, uno de los autores kazajos consagrados al estudio de la historia religiosa de la región, señala que el acontecimiento más importante a este respecto en Kazajstán, que es un país laico que prohíbe la formación de partidos políticos religiosos, ha sido la implantación de la asignatura básica de educación sobre religión islámica. En cambio, este último hecho parece estar más vinculado a la necesidad de que el Estado pueda regular la educación islámica que adquieren los jóvenes estudiantes kazajos. Una despreocupación total por parte del Gobierno de Kazajstán sobre la cuestión religiosa podría dar un gran margen a la introducción en el país de corrientes radicales, pues su situación geográfica y el vacío religioso post-soviético podrían entenderse como un gran campo de cultivo para promover ideas fundamentalistas.

Por lo tanto, casi todos los kazajos, al ser preguntados, se declaran musulmanes (muslim), pero esta respuesta, en la República de Kazajstán, no tiene un significado auténticamente religioso. Džalilov, incluso, llega a discrepar de los resultados de las encuestas realizadas por el DUMK (Dirección Espiritual de los Musulmanes de Kazajstán), en las que se afirma que un 70% de los kazajos se declara musulmán [7]. Džalilov se muestra en desacuerdo con esa cifra puntualizando que ese es el porcentaje de kazajos que sabe que es musulmán, o mejor dicho, que sabe que ser kazajo significa ser musulmán por una supuesta asignación histórica. Así, la inmensa mayoría de los kazajos, a la pregunta de cuál es su religión, contestarán que el Islam. En cambio, ante la pregunta de si son verdaderos creyentes musulmanes, según este autor, la cifra se reduciría estrepitosamente. Según los datos del Instituto de Desarrollo de Kazajstán en 1995, los creyentes constituían un 39,7% de la población, que está cerca de los resultados de las investigaciones que se llevaron a cabo en 1996 en Rusia, en cuyas encuestas se reconocían como creyentes un 34%. Según estos datos, la mayoría de los encuestados (65,8%) estaba segura de que el Islam experimentaba un aumento, mientras que las perspectivas de otras religiones con respecto al Islam, como el cristianismo y el judaísmo o también el ateísmo, eran más modestas. En estas investigaciones, la población encuestada de las provincias no consideraba que la sharía pudiera llegar a convertirse en la base del derecho del país en un periodo de diez años. A fecha de 2009, más de diez años después, podemos decir que estas personas no se equivocaban.

Estas cifras demuestran que no se esperaba un renacimiento de la religiosidad en aquel periodo, que la religión no ejercía una gran influencia en la mayor parte de la población. [8] En los años siguientes la situación con respecto a la práctica musulmana cambió. Las investigaciones que se llevaron a cabo en 1996 por el Instituto kazajo de Información socio-económica entre la población túrquica de Alma Ata y la provincia del Kazajstán Meridional señalaron un gran nivel de la práctica de los ritos musulmanes: entierros (64%), bodas (59,8%),  dichos y expresiones (27,6%), circuncisión (62%), nacimientos (54,8%), aunque estas cifras relacionadas con los ritos islámicos contrastan con aquellas que se ofrecían sobre la práctica religiosa. Sólo el 5% de los encuestados varones visitaba la mezquita una vez por semana, y un 17% la visitaba de vez en cuando. [9]

Es cierto que el ser musulmán forma parte de la reconstrucción identitaria del pueblo kazajo, pero dada la situación actual del mundo arabo-islámico, Kazajstán no desea adoptar ningún modelo político, económico, cultural o religioso de los países musulmanes, y menos todavía de los que lo rodean. La ex-república soviética está luchando para alcanzar unas cuotas de desarrollo económico y cultural comparables a las europeas: es lógico que su modelo a seguir sea Europa o Rusia y no el mundo arabo-islámico. Así, muchos intelectuales kazajos expresan su preocupación ante el hecho de que Kazajstán se asimile a otros países islámicos de la región. N.Amrekulov, en su libro sobre El Renacimiento Túrquico señala:

Hasta hoy día, los kazajos, tanto más los kazajstaníes [10], no han podido identificarse a sí mismos ni con la vieja clasificación marxista de clases (sociales), ni con el enfoque que se ha dado sobre su formación histórica, ni con el lugar que ocupan en la tabla de civilizaciones. Kazajstán y los túrquicos de Asia Central se siguen considerando por el resto del mundo como una parte de la subcivilización del Islam (igualándose a la subcivilización y a la cultura de los árabes, de los persas y de los malayos), o son considerados por los politólogos occidentales dentro de un sólo bloque uniforme centroasiático. Sin embargo, es difícil que se nos considere realmente musulmanes. [11]

3.1 La conquista religiosa en el vacío post-soviético

 En las últimas décadas se vislumbra el miedo de que Kazajstán u otros países de Asia Central se conviertan en objetivos prioritarios para las redes fundamentalistas en su afán de expandir una interpretación radical del Islam. De hecho, algunas influencias islamistas ya se han dejado entrever en el país entre grupos de misioneros que llaman a la población kazaja a recuperar la pureza del Islam, a abandonar el alcohol, a que las mujeres vistan decentemente, a que se alimenten de carne halal (carne preparada según los ritos islámicos), etc. A este respecto, el 6 de junio de 2008 el Parlamento de Kazajstán aprobó una ley contra el extremismo que, según los grupos de defensa de los Derechos Humanos, podría ser utilizada para restringir las libertades religiosas y civiles. El intelectual kazajo Sabit Yusupov declara en su artículo Ислам в Казахстане: прошлое, настоящее, будущее во взаимоотношениях государства и религии (El Islam en Kazajstán: pasado, presente y futuro en las relaciones entre el estado y la religión):

Con la intensificación de los vínculos con el mundo musulmán, en Kazajstán se ha empezado a infiltrar el sunnismo de la escuela hanbali, que se caracteriza por rechazar las opiniones o interpretaciones libres, por su austeridad fanática en los ritos y el derecho de las normas de la sharia, organizado por la práctica del qiyas. Esta escuela trabaja fundamentalmente para que se extiendan en la república las ideas del fundamentalismo islámico.

Otros artículos de prensa dejan entrever un conflicto entre Islam y cultura kazaja, ya que la forma de vida de gran parte de los kazajos, bastante rusificada y cada vez más occidentalizada, transgrede los principios islámicos más ortodoxos por muchos sitios. Entre la sociedad kazaja está bastante extendido el consumo de alcohol, las mujeres no se diferencian en su manera de vestir y actuar de las chicas o mujeres europeas, los jóvenes mantienen relaciones sexuales antes del matrimonio, son muchos los habitantes que consumen cerdo y carne no halal, y en general la práctica religiosa es poco habitual. De hecho, cuando una chica decide llevar el velo o pañuelo islámico no suele ser bien comprendida por su grupo de amigos y amigas, que la tachan de árabe y de no ser kazaja. Además de estos elementos sociales, la barrera principal sigue siendo la apuesta por el Islam tradicional centroasiático, de raigambre sufí.

Pero el Islam no es la única religión que anhela el control de las estepas, ya que debido a la multi-confesionalidad de la que disfruta la república junto al número de kazajos que no se adscriben a ninguna religión en concreto, son otros los grupos espirituales que encuentran un campo de cultivo virgen que quieren disputar al Islam. De hecho, en la ciudad de Almaty es habitual toparse con grupos de mormones y Testigos de Jehová. También hay una sede del Opus Dei que desempeña su Obra desde 1997 y diferentes puntos cristianos ortodoxos, católicos y protestantes de carácter misionero. Encontrar todo este abanico religioso en otras regiones centroasiáticas sería más difícil. Un acontecimiento relevante en este sentido fue la visita del anterior Papa, Juan Pablo II, a Astaná en 2001. Juan Pablo II, consciente de este vacío, se expresaba en los siguientes términos:

"[...] amadísimos hermanos y hermanas de Kazajstán. [...] Conozco vuestra historia. Conozco los sufrimientos que habéis padecido muchos de vosotros, cuando el régimen totalitario anterior os arrancó de vuestra tierra de origen y os deportó en condiciones de grave malestar y privación. [...] Me dirijo también a cuantos no se adhieren a una fe religiosa y a los que buscan la verdad. Quisiera repetirles las célebres palabras de san Pablo, que tuve la alegría de volver a escuchar el pasado mes de mayo en el Areópago de Atenas:  "Dios no se encuentra lejos de cada uno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos" (Hch 17, 27-28). Me viene a la mente lo que escribió vuestro gran poeta Abai Kunanbai: "¿Se puede dudar de su existencia, si todo sobre la tierra es su testimonio?" [12]

Uno de los reverendos católicos encargados de preparar el viaje del Papa a Kazajstán, el sacerdote Eduardo Canetta, ante la pregunta ¿Cuáles son los desafíos de la misión? contestaba:

[...] Sobre el Islam hay que decir que, el Islam kazako, de influencia sufi, no se vive de modo particular. Hay musulmanes que no conocen siquiera el significado de algunas fiestas islámicas. La presión integrista importada del Sur está empujando a una revisión. El nuevo Gran Muftí, Absattar Derbisaliev, antiguo vicerector de la Universidad Al Farabi -la mayor de Kazakhistán, ha declarado que "el Islam kazako ha terminado y que hay que volver a las raíces árabes del Islam". Pero, con esto, se está poniendo contra toda la población y la tradición kazaka. [...] Muchos kazakos han reaccionado rechazando este tipo de Islam: "Nosotros preferimos vivir como kazakos antes que como quieren los imanes". Algunos funcionarios del Ministerio de Cultura kazako, que también han estudiado en Pakistán, han declarado que, "aun sintiéndose ‘espiritualmente' musulmanes", han decidido no proclamarse tales públicamente y han suspendido la práctica del ayuno en el Ramadán. Esto es signo de un conflicto incipiente entre cultura kazaka e Islam.

•4.  El Islam kazajo

 Como así recoge el autor kazajo Tursun Gabitov, existen varias teorías que intentan definir la impronta religiosa del pueblo kazajo:

Sin estudiar la parte tipológica de esta cuestión será difícil entender la auténtica cultura kazaja. Para entender esto, sólo tenemos que prestar atención a los comentarios científicos modernos y a la literatura popular. El punto de vista más popular es el que expresa: "los kazajos oficialmente adoptaron el Islam más tarde e influyó negativamente en la cultura kazaja" (punto de vista misionero); "en la tradición de la cultura kazaja predomina más el chamanismo, el zoroastrismo y la religión del tengrismo que el Islam, y por ello estas religiones deben renacer" (punto de vista arcaico); "la mentalidad musulmana predomina en los kazajos del sur, en otras regiones el Islam no estuvo tan extendido; aquí viven los descendientes de los que siguieron el budismo, el cristianismo nestoriano y la religión pagana" (punto de vista divisorio); "los kazajos adoptaron el Islam bajo la influencia de las naciones del Asia Central y el Volga" (teoría de influencia exterior) [13]; "la religión de los kazajos no se eleva por encima del nivel ritual y los antiguos mitos" (punto de vista mítico-ritual). [14]

Es cierto que ninguno de estos puntos de vista define la verdadera cultura religiosa kazaja. No obstante, algunos aspectos de estas afirmaciones se basan en hechos certeros. El punto de vista misionero ("los kazajos oficialmente adoptaron el Islam más tarde e influyó negativamente en la cultura kazaja") se basa en un hecho histórico cierto, y es que el Islam llegó más tarde a la mayor parte de estas tierras que al resto del mundo arabo-islámico clásico. En cambio, teniendo en cuenta el gran desarrollo urbanístico, literario y cultural que experimentó Semirechia y otros puntos territoriales kipchakos, es ilógico pensar que el Islam influyera de manera negativa.

Con respecto al punto de vista arcaico "en la tradición de la cultura kazaja predomina más el chamanismo, el zoroastrismo y la religión del tengrismo que el Islam, y por ello estas religiones deben renacer", es cierto que la presencia de elementos religiosos pre-islámicos sigue siendo bastante alta, pero este porcentaje no supera los elementos musulmanes. El punto de vista divisorio, "la mentalidad musulmana predomina en los kazajos del sur, en otras regiones el Islam no estuvo tan extendido, aquí viven los descendientes de los que siguieron el budismo, el nestorianismo y el paganismo", es en general cierto, aunque necesita alguna que otra matización. La presencia del Islam en el sur del país siempre ha sido mayor por razones históricas que en otros enclaves kazajos. Esto se debe a que la islamización del territorio de lo que hoy es Kazajstán sufrió una clara diferenciación espacial y temporal. No obstante, el Islam está extendido actualmente por todo el territorio. A la denominada por Gabitov teoría de influencia exterior ("los kazajos adoptaron el Islam bajo la influencia de las naciones del Asia Central y el Volga"), se objeta que el Islam kazajo adoptó con el tiempo sus propias tendencias y presenta sus propias características. No obstante, es cierto que una de las oleadas de islamización que se produjo sobre todo en el norte de Kazajstán, más alejado de la influencia del Islam, tuvo lugar a raíz de la llegada de tártaros de Crimea y del Volga en los siglos XVIII-XIX. El punto de vista mítico-ritual ("la religión de los kazajos no se eleva por encima del nivel ritual y los antiguos mitos") es simplista y poco analítico.

 •5. Origen de algunas características del Islam kazajo

 5.1     El pasado nómada de los kazajos y el Islam

La República de Kazajstán carece de esos elementos que ayudan al viajero a identificar rápidamente el lugar como islámico. Exceptuando algunas ciudades del sur, la arquitectura de Kazajstán es principalmente soviética, adoptando una imagen muy lejana de las típicas ciudades musulmanas que espera encontrar cualquier visitante al viajar a un país musulmán. Para ello, es aconsejable desplazarse hasta Uzbekistán, donde las míticas Samarcanda, Bujara y Jiva son un verdadero placer para nuestros sentidos. En Kazajstán hay mezquitas, y de hecho son grandes y bonitas, pero no ocupan en el conjunto arquitectónico de las ciudades un lugar destacado. Los mercados, por su parte, tampoco recuerdan en Kazajstán a los bulliciosos y coloridos bazares árabes y musulmanes por una sencilla razón: en ellos no existe la artesanía. Además de los elementos arquitectónicos, los habitantes musulmanes de Kazajstán tampoco utilizan en sus vestimentas elementos de tradición islámica. Las chicas, en su inmensa mayoría, no se cubren con ningún tipo de velo, y al mismo tiempo no se ve ni una sola túnica o chilaba. Sólo podemos ver la indumentaria típicamente musulmana en aquellas representaciones artísticas de los maestros sufíes.

Ante la falta de cultura material islámica, la respuesta más popular que ofrecen los habitantes de Kazajstán es que ellos son gente nómada, mientras que el Islam de los árabes es una religión de ciudad. Las ciudades no son musulmanas porque no las construyeron ellos: son de estilo soviético puesto que las construyeron los rusos. Las mezquitas, gran parte de ellas edificadas recientemente, no pueden competir con los mastodontes arquitectónicos que acapararon en la era soviética los puestos principales del espacio urbano, por lo que pasan inadvertidas al ojo foráneo. Los nómadas kazajos desarrollaron elementos artísticos, pero en los bazares no hay artesanos porque ésta es una característica de las sociedades sedentarias y agrícolas. Por lo tanto, es muy habitual escuchar que las características del pueblo kazajo vinculadas a sus prácticas nómadas impidieron un verdadero asentamiento del Islam en la región.

Por ejemplo, está extendida la idea de que el Islam en su sentido puro no puede implantarse entre nómadas, ya que esta religión es de nación sedentaria, exige para su supervivencia una infraestructura urbana. [15]

Aquellos que sostienen que el Islam necesita un soporte urbanístico específico para que los creyentes puedan desarrollar sus dogmas olvidan que el Mensaje del Profeta Muḥammad nació en el corazón nómada de la Península Arábiga, y por ello el Corán y la Sunna preveen ciertas situaciones a las que dar solución ante una falta de medios necesarios en un contexto no urbano. De los cinco pilares del Islam, por ejemplo, el único que necesita de un espacio físico (dejando aparte el quinto, la peregrinación a la Meca, que sólo requiere una posibilidad económica y temporal) es la oración. El lugar de oración es la mezquita, en sentido amplio, pero es sabido que ésta puede llevarse a cabo en cualquier lugar que se mantenga limpio, por lo que la mezquita no se convierte en un lugar imprescindible para el musulmán. A mosque is not God's sanctuary; God is not present through prayer in the mosque. [16] Si para la oración son necesarias las abluciones con agua y ésta no se tiene a mano, el Corán, como buena religión nacida en el desierto, ofrece la arena limpia y fina como símbolo de pulcritud. Es decir, para llevar a cabo los preceptos islámicos, no es imprescindible vivir en ninguna ciudad. La mezquita, en cambio, tiene una gran significación desde otros puntos de vista: la mezquita no es lugar sagrado, sino un espacio político, nos recordaba el gran arabista español e islamólogo Doctor Míkel de Epalza en sus clases de islamología. Y es cierto que la mezquita adquiere, desde este punto de vista, un lugar relevante. La escasez de escuelas coránicas y mezquitas en una buena parte del territorio nómada de las estepas kipchakas trajo consigo una débil transmisión islámica oficial.

Por otro lado, las diferencias entre un sistema nómada y un sistema de vida sedentario traspasan la mera presencia de construcciones arquitectónicas, y será la disposición y estructura socio-política y jurídica de las tribus de las estepas lo que supondrá un reto para la adaptación de los nuevos códigos religiosos musulmanes. Los estados nómadas del Asia Central surgieron en zonas geográficas concretas en las que la mayor parte de la población compartía este modelo de vida. Se acepta que el último estado que basará su estilo de vida en el nomadismo, hasta ser prácticamente aniquilado por los rusos, será precisamente el janato kazajo, formado en el siglo XV y que se prolongará hasta el XVIII. [17] El Islam, en el seno de la comunidad árabe, logró desplazar el núcleo social de la tribu a la familia. Las asperezas y las luchas entre clanes fueron reemplazadas por la comunidad de creyentes, la umma. Los lazos tribales pasaron a un segundo plano, sustituidos por los vínculos religiosos. Noel Coulson explica: "como tal, refleja la transición efectuada por el Islam de una sociedad basada en vínculos de sangre a una basada en la fe religiosa común: en esta nueva sociedad el grupo familiar ha reemplazado a la tribu como unidad básica". [18] Un problema persistente durante siglos fue la falta de una verdadera consolidación nacional en los estados túrquicos, pues el tribalismo constituía un obstáculo para crear una sociedad compacta dirigida por un único gobierno. En condiciones adversas, un pueblo se dividía, se parcelaba, se escindía en muchos clanes y tribus, que tarde o temprano acababan enfrentándose y, en cambio, para poder cohesionar una sociedad, era necesaria una ideología única que permitiese crear una nación fuerte y sólida, única forma de alzarse sobre las estrecheces tribales.

El Islam, así como el cristianismo, nace con un espíritu universal y, por lo tanto, la estructura social que propone está basada en la familia como unidad mínima y básica, en la idea de comunidad, en una estructura humana vinculada a través de una fe y un sistema de vida que traspasen las reticencias tribales, raciales, culturales o geográficas. La persistencia del estilo de vida tribal de los estepeños basado en el clan, en la tribu y en la separación, fue quizá lo que dificultó la adaptación de la religión semítica. No obstante, no sería apropiado hablar tajantemente de incompatibilidad.

 5.2     La cultura religiosa del pueblo kazajo

 Cuando tomamos contacto con la nación kazaja moderna, observamos que este pueblo y su hábitat no nos recuerdan a la imagen que "los occidentales" compartimos sobre la idea de lo que es el Islam. En una primera visita nos sorprende la manera de vestir. Tampoco escuchamos la llamada a la oración desde una gran mezquita. Tras un contacto más prolongado, es el estilo de vida de los kazajos el que también contribuye a aumentar esa percepción. Indudablemente, la vida del Kazajstán moderno es resultado de la incursión del pueblo ruso y del boom económico que experimenta el país. Pero cuando llegamos a convivir con este pueblo por un espacio mayor, es cuando llegamos a la conclusión de que también son su conducta y mentalidad las que no coinciden con esa representación física y abstracta del Islam que compartimos en nuestro imaginario global. O bien es cierto que, así como apuntan árabes y musulmanes extranjeros que habitan en Kazajstán, los kazajos no son auténticos musulmanes, o bien todos nosotros, los no kazajos, atentamos contra una realidad aplastante: el Islam es múltiple y diverso y no está inflexiblemente adscrito a una ideología única y una forma de vida exclusiva.

 Política y religión en la civilización turana

 En  el apartado anterior sobre el nomadismo hemos presentado una de las ideas que a menudo intentan explicar la débil presencia del Islam entre los kazajos: la islamización no fue completa. Las razones son simples y evidentes para muchos: el nomadismo impidió que el Islam se estableciera por completo en las estepas y la ateización del territorio en época soviética hizo el trabajo restante. Estos dos factores han tenido como resultado que el históricamente "débil" Islam kazajo "haya muerto" y sólo sea vagamente perceptible en restos folclóricos y en algunas prácticas de los sureños. Sin embargo, ¿qué había ocurrido anteriormente con otras religiones que habían llegado a las estepas precediendo al Islam?

Aunque una parte substancial de los pueblos uralo-altaicos de Asia Central, que engloba al grupo túrquico y a los mongoles, en la Edad Media se convirtieron al nestorianismo, realmente sabemos poco de la profundidad que alcanzó la actividad misionera nestoriana en esta región. Lo que sí es evidente es que el nestorianismo en Asia Central cesó de existir, y en palabras del autor polaco Felixs Koneczny, la cristianidad mongol desapareció de la historia sin dejar huella. [19] Los kipchakos se convirtieron al Islam, y en Mongolia el budismo se convirtió en la religión predominante. Es muy difícil encontrar huellas cristianas incluso en las ruinas de sus antiguas ciudades, como señala el mismo autor.

La razón de esto, según Koneczny, es que la cristianidad del Asia central era sólo una "forma defectiva", una cristianidad que no cambió radicalmente una sociedad cuya estructura ignoraba las demandas fundamentales de la religión cristiana. Según el mismo autor, la civilización que la cristiandad encontró aquí fue la de Turán, con la que existe un conflicto que adopta otras dimensiones que hay que tener en cuenta desde la época antigua y clásica. Los cristianos nestorianos se negaron a entender este conflicto, lo simplificaron adoptando una actitud oportunista. Se embarcaron en compromisos impracticables, que sostenían una adaptación moral en un contexto históricamente no-cristiano.[20] El autor añade:

En el Desti Kipchak también se encontraban las normas nestorianas, y el gran janato tártaro se derrumbó por la rivalidad con el Islam, los Yassak mongoles y el nestorianismo; finalmente el budismo venció en Mongolia, mientras que el Islam lo hizo entre los kipchakos. Los nestorianos fueron imbuidos por la civilización de turán [21] y por la cultura uigur, adoptada desde los mongoles "azules". [22]

A partir de la conquista mongol en el siglo XIII, algunos mandatarios mongoles se declaran oficialmente musulmanes y establecen un estrecho contacto con el Egipto mameluco. En cambio, en pleno siglo XIV, durante el mandato del jan Uzbek en la Horda de Oro, gran devoto de la fe islámica, el Islam parece seguir teniendo obstáculos para consolidarse por completo. Ibn Faďďallah al-‘Umarī en Masālik al-absār fī mamālik al-amsār (Viajes por los reinados de diferentes países) dice:

[...] A pesar de la aparición del Islam entre estas naciones y la aceptación de sus dos dogmas,[23] ellos (los kipchakos) transgreden las reglas (de la religión) de muchas formas. Tanto el primer individuo de esta nación como el último no cesa de seguir los Yasa de Chinguis Jan (derecho natural mongol) y no obedece otros, y se castigan duramente los unos a los otros por la mentira, el adulterio, por romper los acuerdos y las obligaciones. [...][24]  

En cambio, recordemos las palabras de az-Zahabī sobre Uzbek jan:

Pero murió antes que su padre, y tras Toktai empezó a gobernar el reino su hijo, el sultán Uzbek jan. Éste era un héroe valiente, muy guapo, musulmán, que destruyó a muchos príncipes y magos. [25]

Mientras que este pequeño fragmento constata que Uzbek jan defendió el Islam e intentó destruir las viejas creencias, las palabras de al-‘Umarī demuestran que el Islam seguía teniendo un poderoso enemigo para implantar por completo su ámbito de influencia. El mismo autor nos proporciona la causa: no eran las viejas creencias las que obstruían el normal desarrollo del Islam; otro obstáculo mayor era la total aceptación del código de derecho mongol creado por Chinguis Jan. Los aspectos políticos de la vida de los nuevos ulus, configurados por Chinguis Jan una vez repartido el territorio entre sus hijos, se asientan sobre principios mongoles, transigientes en materia religiosa y estrictos en el ámbito político.

Los mongoles establecieron el primer estado realmente totalitarista de la historia, pero su estado difería de los actuales por su tolerancia en materia religiosa. Este "liberalismo" en materia ideológica y la absoluta tolerancia religiosa, fue una gran ventaja. Esto no significa que emanase en una esfera consciente desde el respeto, por la convicción de la libertad del pensamiento humano, simplemente se explica por el hecho de la importancia que tiene el elemento religioso para el hombre turano. De hecho, todas las religiones que han penetrado en la esfera de la civilización turana han degenerado y en parte se han corrompido; y el cristianismo no fue en absoluto una excepción. Un representante típico de la civilización turana es Temudzhin, Genghis Khan. [26]

Según Koneczny, la baja estimación o valoración del elemento religioso y en general del elemento espiritual es típico de la civilización turana; el valor principal en la esfera de la civilización turana es el elemento político; todo está subordinado a él. El ingenio religioso desaparece en la civilización turana; en esencia, el hombre turano es a-religioso, lo que no significa necesariamente que es hostil a las religiones. Para el autor, la estructura social se somete únicamente a la premisa del factor militar.

El Islam, como cualquier religión en cualquier rincón del planeta, está sometido a la religiosidad de la cultura que lo envuelve. Por lo tanto, debemos ya asumir nuestra primera confusión: no es la debilidad del Islam lo que percibimos en la república de Kazajstán, sino el papel específico que ocupa la religión en el pueblo kazajo. La ateización soviética del territorio actuó sobre esta premisa.

El testimonio de al-‘Umarī nos indica que los Yasa prevalecían sobre el derecho islámico. en pleno siglo XIV. Por otra parte, no cabe duda que la política y la defensa del Islam a manos de Tamerlán influyó en la propagación de esta religión y en su asentamiento en el conjunto centroasiático. [27] De todas maneras, el substrato túrquico-mongol no dejará de existir. Los árabes han sido conscientes de ello. Podemos recurrir a la reacción del jurista sirio Ibn Taymiyya, cuando fue reclamado para dar su consejo en el caso de los invasores mongoles. Ibn Taymiyya replicó que eran infieles contra los que deberían luchar los creyentes porque, aunque nominalmente eran musulmanes, en realidad seguían una "ley común" turca de origen nómada llamada yasa (Ibn Taymiyya, 19865, Vol. 4, nº.515:332-358).[28] Al- Marqizī (1365) puntualizó que esta "ley común" tenía origen mongol y fue usada por los turcos y los mamelucos.

Aunque en el periodo del janato kazajo (siglos XV-XVIII) los habitantes practicaban el Islam, las tradiciones ancestrales y las pautas implantadas por los mongoles seguían manteniendo un lugar destacado. Prueba de ello es la aparición de un conjunto de leyes que vendrían a suponer la codificación del derecho natural de estas tribus, y que gozaba de un lugar preferente a la sharia o derecho islámico: el Žety Žargy (Las siete instituciones). [29] Su creador y fundador fue el jan Tauk (1680-1718), y por ello también se le conoce como "Las leyes de Tauk jan". Así, en el Žety Žargy fueron fijados los principios y las normas del derecho de la comunidad, fijando las normas jurídicas y administrativas, las penales, los derechos de ciudadanía, y además, la situación sobre los impuestos y los puntos de vista religiosos. En palabras de la Doctora kazaja Abuseitova, el Žety Žargy no es más que una codificación del derecho natural kazajo, al que se suman algunas normas de la sharía.[30]

Esto se explica porque el Islam logró extenderse a una velocidad vertiginosa, absorviendo a su paso un gran número de pueblos y culturas en un espacio de tiempo relativamente corto. ¿Pudo realmente materializarse el reto de aplicar un solo derecho islámico a todo este vasto territorio? Descrita por Noel J. Coulson, la sharia es predominantemente ética en cualidad pero exigua en cantidad. Cuenta con un corpus de seiscientos versículos y la mayoría de ellos se refieren a deberes religiosos y prácticas rituales de oración, ayuno y peregrinación. Sólo unos ochenta versículos tratan de temas legales en el sentido estricto del término. En muchos aspectos legales, el Corán queda completamente mudo. [31] Por lo tanto, la sharia, según Coulson, fue incapaz de ofrecer las adapataciones necesarias, por lo que la ley consuetudinaria local continuó prevaleciendo en la práctica, y la jurisdicción de los tribunales no basados en la sharia se fue ampliando.[32] El Janato Kazajo es un ejemplo de este fenómeno.

5.3     El Islam kazajo y el sincretismo religioso

Si se consultan las investigaciones sobre las creencias religiosas realizadas en Kazajstán, se observa que todas evidencian una postura consciente de que el Islam en la región está impregnado de elementos paganos practicados por las antiguas tribus túrquicas, como el tengrismo, el chamanismo y el zoroastrismo, principalmente (léanse Gabitov, Žanaidarov, Vasilievich o Masanov, por dar algunos ejemplos).

[...] Ch.Valijanov considera esta leyenda sobre Korkut una de las piedras angulares de la mentalidad kazaja, pues para él Korkut, chamán, poeta, y síntesis de la concepción del mundo de la nación kazaja, simboliza el sincretismo religioso de las creencias preislámicas y el Islam [33].

En general, el pueblo kazajo es consciente de poseer en su mente y en su alma una amalgama de tradiciones y nociones espirituales constituidas a partir de distintas religiones: entre ellas, el primer lugar lo ocuparía el Islam (religión con la que se identifica la mayoría de los kazajos), y el segundo lugar lo ocuparía principalmente el tengrismo, la vieja creencia de las tribus túrquicas y otras naciones centroasiáticas. También pueden encontrarse huellas zoroastras en algunas tradiciones, como la fiesta del Nauriz. Las celebraciones para enterrar a un difunto siguen los preceptos islámicos, pero los cementerios kazajos poseen un elemento ajeno a la concepción del Islam: las lápidas poseen los nombres de los difuntos y su fotografía junto a un pequeño fragmento coránico. Las tumbas no son anónimas, posiblemente práctica heredada del contacto con el pueblo ruso cristiano, puesto que las lápidas de cementerios construidos en siglos anteriores a la llegada de los rusos no comparten estos elementos.

 De las antiguas creencias al Islam

 Al partir del siglo XII, y utilizando la literatura como fuente, se observa una etapa en la que la cultura túrquica intenta conciliar su legado en pos de una transición hacia la cultura arabo-musulmana. En las representaciones tradicionales de los kazajos sobre la cultura, los canones del Islam y los antiguos fundamentos coexisten al mismo nivel. Según Gabitov, los personajes fantásticos y las figuras totémicas de la concepción del mundo tradicional de los túrquicos fueron dotados de las características generales de la civilización musulmana. ¿Pero cuándo podemos hablar ya de una total aceptación de la cultura arabo-islámica?¿Cuándo acaba y se consolida esta transición? A.Baitursynov abordó esta cuestión en su artículo "Imagen de las mujeres en la épica de Kobylandy". Baitursynov declara que incluso en la época de aquellas batallas contra los žungaros (siglos XVII-XVIII), en las tradiciones y las costumbres de los kazajos todavía se describe el periodo transitorio de las antiguas creencias hacia el Islam. Un ejemplo es la mujer de Kobylandy, Kortka, encarnación del sistema de costumbres musulmanas, y su madre, Kokten kempir, que es la imagen mitológica y que representa a la mujer pre-islámica.[34]

Por lo tanto, a pesar de siglos de presencia islámica, descripciones, canciones, poemas, términos lingüísticos y prácticas vinculadas a la antigua religión animista se conservan en la memoria del pueblo kazajo.[35] Los propios autores kazajos subrayan que hasta hoy, los chamanes o curanderos en Kazajstán aplican las viejas recetas o rezan en sus conjuros a los antiguos dioses del tengrismo, aunque se declaran oficialmente musulmanes.[36] Con la llegada del Islam, muchos ritos, tradiciones y elementos pre-islámicos desaparecen, mientras que otros quedan relegados a la literatura popular y el folclore cultural, muchos de ellos conservados hasta nuestros días. En cambio, aquellos que se mantienen y entran a formar parte de la fe religiosa se islamizan en su mayoría, absorbiendo nuevos matices y adoptando valores islámicos. Un ejemplo se observa cuando se estudia la demonología religiosa que pervive entre los kazajos y se compara con la demonología musulmana.[37]

Tengra y los aruaj (espíritus) sagrados tuvieron sus homólogos musulmanes (Tengra Celeste se convierte en Allah, los aruaj (pir, mashaij, albasti, yestirnaq, obyr, etc),  se convierten en los ŷinn y en shaytanes en la demonología islámica. Incluso el chamanismo en el espacio de la cultura kazaja se transformó en un elemento islámico. El kamlanie (oración) del chamán se apropió de elementos sufíes; antes de completar el ritual, el chamán comenzaba con un rezo a Allah, al Profeta Muhammad y a sus califas.  [...] [38]

Si antes la creencia espiritual de los nómadas adoraba varios dioses aunque con una rígida jerarquía, en época islámica permanecerá sólo Tengra, pasando a ser el único Dios. De esta manera, en túrquico se siguió utilizando la palabra Tengra para denominar a Dios, pero éste ya poseía los valores del dios monoteísta islámico. [39]

Con la implantación de la civilización arabo-persa-túrquica, el Tengra Celeste se transforma en su sinónimo, Allah. [40]

            En lo que se refiere al uso de la palabra Dios, hasta hoy, los kazajos utilizan en numerosas ocasiones el nombre de Dios a través de tres variantes cuando quieren bendecir a alguien dándole las gracias: Тәнір жарылқасын! (Que Tengra te bendiga, dios del tengrismo), Құдай сақтасын! (Que Kudai te salve, antiguo dios persa que se introdujo en la mitología altaica) y Алла тағала байлық береке берсін! (Que Allah te haga rico y feliz, Dios del Islam).

Así como apunta Gavitov, es importante entender que el traspaso del patrimonio ancestral religioso al Islam en la cultura kazaja abarca muchos siglos, y se produce no en forma de negación recíproca, sino al contrario, en forma complementaria, en concordia.

 5.4     La apuesta por un Islam autóctono

 Gran parte del pueblo kazajo ha adoptado el Islam como "religión identitaria", pero mientras que la posición oficial del muftiato de Kazajstán declaró hace unos años que el Islam kazajo ha muerto y hay que volver a los orígenes árabes para recuperarlo, intelectuales de la región aseguran que se debe recuperar el Islam propiamente kazajo.

Misioneros islámicos y algunas de las figuras más representativas del Islam kazajo recurren a importar modelos islámicos de otros países, modelos que una gran parte de los kazajos considera ajenos, lo que ha conllevado a que se produzca un conflicto entre el Islam oficial que han propugnado ciertos muftíes de Kazajstán y la manera de vivir de la nación kazaja moderna. Gran parte de los intelectuales kazajos aluden al hecho de que esta versión del Islam, a la que clasifican de clásica y árabe, no es el Islam histórico del pueblo kazajo, puesto que la islamicidad de su nación ha estado impregnada siempre y sobre todo, de una gran dosis de sufismo y misticismo.

La alarma saltó cuando Absattar Derbisaliev, máximo representante de la comunidad musulmana en Kazajstán, tras haber permanecido unos años como agregado cultural en la Embajada de Kazajstán en Arabia Saudí, ocupó el cargo de gran muftí y comenzó a insitir en la necesidad de extirpar la celebración del Nauriz (de origen zoroastra), así como la veneración a los santones sufíes. También pretendió erradicar la idea de que la visita al mausoleo de Ajmet Yasawi es equiparable a la peregrinación a La Meca, entre otras propuestas. El muftí realizó una comparecencia pública en 2000 en la que mostró su preocupación por el bajo índice de buen Islam entre su nación. Ante sus declaraciones, un número considerable de intelectuales kazajos salieron a la defensa de un Islam autóctono, compatible con el estilo de vida de la nación.

El autor Bulat Abdulin expresó que durante la conferencia de Dervisaliev se han dejado ver otros objetivos del muftiato de Kazajstán. El muftiato y el muftí Dervisaliev pretenden implantar en Kazajstán las normas del Islam clásico. Rápidamente hay que señalar que el Islam clásico en términos interpretativos no significa "el Islam puro", como así lo manifestaron sus partidarios, que causaron tanto ruido en Asia Central y el Cáucaso. Son sencillamente distintas formas de entenderlo. ¿Por qué el muftí Derbisaliev persigue el objetivo revolucionario de que esta versión del Islam se instale en Kazajstán? El tema es que en Asia Central, en el territorio de Kazajstán, en el norte del Cáucaso clásico, esta versión del Islam (a la que también se le puede llamar árabe) no existió jamás. En esta época el Islam en estas regiones pudo afirmarse gracias a las distintas acciones de las órdenes sufíes que pudieron conciliar las tradiciones paganas locales con las normas del Islam.[...] Así, esta versión del Islam, implantada gracias a los sufíes, se ratificó en Asia central, en Kazajstán y en el norte del Cáucaso, y no se parece en absoluto a la variante clásica "árabe" del Islam. [...]El muftí Derbisaliev puso especial énfasis durante la entrevista que le realizaron a que, por petición de los embajadores árabes, él quería recordar a los periodistas que Turkestán no es ninguna segunda Meca [41]. [...]Desde el punto de vista del Islam clásico, esto es una herejía. La Meca es única.

[...] Por supuesto, el muftí no quería provocar un conflicto con el poder laico, que acaba de celebrar los 1500 años de Turkestán, donde el mausoleo de Yasawi fue uno de los puntos de atención más importantes. Pero queriendo o sin querer, el muftí, con sus declaraciones, se enfrentó a la ideología oficial de la República de Kazajstán. [...] En general, se puede deducir que el muftí y su círculo persiguen el objetivo de extender en Kazajstán la variante clásica del Islam, siguiendo modelos como por ejemplo el de Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y otros países árabes y musulmanes. Pero ello supondría un gran golpe a la versión islámica que existe en Kazajstán: el sufismo. [...] En estas declaraciones hay mucho de inquietante.

Sobre todo porque en Chechenia y Dagestán hasta hoy día participan activamente las órdenes sufíes qadiriya y naqsbandiya, y el conflicto entre los partidarios de las órdenes sufíes y los representantes del "Islam puro" supone un serio problema en el norte del Cáucaso. La pretensión de quebrantar las bases históricas e ideológicas introducidas por los sufíes en la región es una tendencia muy preocupante, ante todo para la seguridad del Estado.

Si en algún momento el muftí Derbisaliev llegara a implantar el Islam clásico "árabe", los kazajos en su mayoría lo rechazarían. Por ejemplo, al implantar el Islam clásico, se debería renegar de la costumbre de anudar lazos en los árboles en los lugares sagrados, de acudir a los bajsis (curanderos-chamanes), de la construcción de edificios en las tumbas. Sobre todo serían víctimas y lo sufrirían las mujeres, que históricamente tienen una influencia muy importante en la sociedad kazaja, y que no ha hecho más que intensificarse en los últimos años. También lo sufriría el Estado, que debería ejercer una enorme presión sobre la educación, la vida cotidiana de los kazajos y la organización social.[...] [42]

En el Islam del pueblo kazajo, el sufismo ha ocupado desde siempre un lugar relevante. La razón pudiera encontrarse en que algunos maestros sufíes se convirtieron en las figuras más representativas en la transmisión de las enseñanzas religiosas. La influencia del mítico Yasawi y su capacidad para conciliar sus enseñanzas islámicas sin entrar en conflicto con la mentalidad de su pueblo jugaron un papel reconocido por los actuales intelectuales kazajos. El sufismo consiguió arraigar en el sur de la región, y esta rama mística musulmana constituye una característica del Islam kazajo histórico meridional. Su influencia puede observarse hoy. De hecho, partiendo desde la ciudad de Almaty, podríamos detenernos en muchas ciudades como Taraz, Otrar, Sairam y Shymkent, recorriendo la gran ruta de mausoleos sufíes hasta llegar al de Ajmet Yasawi en Turkestán. Estos mausoleos, custodiados por imanes de la escuela hanafí, ofrecen rezos especiales a las tumbas de los santones en cada visita.

No obstante, la obstinación de algunos autores kazajos en defender el carácter sufí del Islam local, así como su no arabidad, se explica a través de otros parámetros. Aunque una gran parte de la población kazaja no muestre un gran fervor religioso, el peligro de que el fundamentalismo cobre mayor protagonismo no es irreal. Entonces, ¿es realmente cierto que el sufismo define la verdadera identidad religiosa  del pueblo kazajo, o quizá los intelectuales de la república utilicen este sello identitario del sur en pos de alejar a su ciudadanía de un posible acercamiento al fundamentalismo islámico? En Kazajstán, el Islam tradicional, entendiendo como tal la ideología religiosa que intenta conservar los valores autóctonos, está representado en el país a través de dos núcleos organizativos: la corriente heterodoxa dirigida por las órdenes sufíes propiamente kazajas y el DUMK (Dirección Espiritual de los Musulmanes de Kazajstán), que representa la corriente ortodoxa y oficial. Tanto las órdenes sufíes como el DUMK defienden hoy la necesidad de apostar por un Islam compatible con los valores culturales del pueblo kazajo. En cambio, ambas adolecen de los mismos problemas: debilidad institucional y organizativa, escasa preparación y formación de sus líderes religiosos y ausencia de un programa coherente de transmisión religiosa. Como consecuencia, muchos creyentes se sienten atraídos por otras corrientes islámicas de procedencia externa, algunas de ellas de corte fundamentalista.

El muftí Devisaliev, con sus ideas sobre introducir cambios substanciales en el modo de vida de los kazajos, ha tenido mucho que ver con el hecho de que los autores asimilen el Islam puro árabe con Arabia Saudí y otros países del Golfo, confrontándolo con el sufismo al que Abdulin y otros consideran como la ideología propia del Islam kazajo. Las propuestas de Dervisaliev se sintieron medidas extrañas; Abdulin incluso las clasifica de árabes y extranjeras, mientras que el sufismo adquiere un papel relevante dentro de la identidad étnico-religiosa. Pero realmente no se puede hablar de un Islam puro y árabe, pues no existe un modelo islámico único. La fe musulmana se extiende por muchos lugares del planeta, donde ha adquirido diferentes formas, como distintas eran las culturas en las que arraigó.

Por su parte, el estado kazajo, aún declarándose laico, ha fomentado la colaboración de algunos países musulmanes. Kazajstán, por su situación geográfica y su historia, no puede permitirse un laicismo incontrolado. Aunque la práctica religiosa no sea excesivamente popular, no se puede subestimar la fuerza del fundamentalismo islámico en una época en la que claramente muchos kazajos se están preguntando ¿qué es el Islam? La inmigración proveniente de Pakistán, Afganistán o Tayikistán podría ser un sólido soporte para introducir ideas próximas al wahabismo, pero Kazajstán ha potenciado una fuerte inmigración desde China durante los últimos años, con lo que los habitantes procedentes del sur musulmán son cada vez menos.[43]

El desconocimiento de los kazajos en materia religiosa en general, e islámica en particular, les hace vulnerables en la lucha por conquistar sus almas. Por su parte, el gobierno de Kazajstán, concretamente el Ministerio de Asuntos Religiosos, intenta evitar la penetración en el país de corrientes radicales. Desde esta perspectiva, se comprende mejor el discurso de Abdulin; rechazad lo que dicen los fundamentalistas porque eso no es kazajo. En una etapa nacionalista, estas palabras sobre lo que es kazajo y sobre lo que no es kazajo se convierten en mágicas. Por lo tanto, lo que aquí se debate no es la esencia espiritual del Islam en sí, sino la defensa de una identidad étno-cultural concreta dentro del Islam frente a otra. Por lo tanto, aunque este autor nos presente esta cuestión como Islam árabe versus sufismo, deberíamos hablar mejor de Islam wahabbí frente Islam tradicional.

Conclusiones         

A ninguna persona que visite Kazajstán le pasará inadvertido el hecho de que la presencia islámica es francamente vaga. Insistimos en que este hecho no puede explicarse exclusivamente a través del programa de desislamización soviético. Una gran parte de las razones están vinculadas a la época anterior, pues a la llegada rusos, el Islam presentaba las siguientes características en territorio kazajo:

  • o Escasa presencia de cultura material islámica.
  • o Falta de homogeneidad en el territorio en cuanto a la influencia del elemento islámico.
  • o Pervivencia de elementos religiosos pre-islámicos.
  • o Gran participación del elemento islámico a través de la cultura popular.
  • o Islamización de viejas creencias ancestrales.
  • o Los elementos jurídicos mongoles prevalecen sobre la jurisprudencia islámica.
  • o Escaso papel del Islam político.

La exigua presencia de cultura material islámica pervivió durante época soviética. Sin embargo, la construcción de mezquitas ha experimentado un incremento en las últimas décadas. Tras la independencia, y pese al carácter laico de la República de Kazajstán, en el centro de la nueva y modernísima capital, Astaná, no se ha dudado, por ejemplo, en reservar un amplio espacio céntrico a la gran mezquita blanca y dorada Nur Mubarak. La majestuosidad de sus alminares brilla como símbolo identitario islámico de la nación. Sin embargo, situado muy cerca de ésta, el que quizá sea el principal símbolo arquitectónico de Astaná, el Bai Terek, que supera por muchos metros de altura a la Gran Mezquita, lanza, desde lo más alto, el mensaje del gobierno de Kazajstán. Justo al final de esta elevadísima construcción en forma de torre, se expone un círculo de madera dividido en diecisiete triángulos, unidos todos ellos en el centro por un pequeño globo terráqueo. Cada uno de estos triángulos representa a una religión, y por ello en cada uno de ellos se contiene la firma de un representante religioso y una placa que indica a qué fe se adscribe. Nursultán Nazarbaev llevó a cabo esta iniciativa, y por ello invitó a líderes religiosos de todo el mundo a participar en ella. Su objetivo, así como él mismo expresó, es hacer de Astaná la ciudad símbolo de unión de todas las creencias y religiones universales.

La falta de unidad socio-política y la flexibilidad de los mongoles en cuanto a la libertad de culto de sus súbditos, puede ayudarnos a entender las barreras que encontró el Islam. Entre el pueblo proto-kazajo y propiamente kazajo se mantuvieron en gran medida elementos religiosos pre-islámicos que no fue posible extirpar, pero que según Auezov, esto se explica porque el Islam no forzó a los habitantes centroasiáticos a renunciar a sus viejas creencias. A través de la obra de al-Kashgarī (s.XIII), a la que debemos en gran medida un valioso testimonio de aquella época desde una perspectiva túrquica, los habitantes no sintieron la llegada del Islam como una agresión.

Como así lo explica Noel J. Coulson, el derecho de familia, en lo que concernía a la población árabe del Islam, era generalmente administrado según la estricta doctrina de la sharia. Puesto que se trataba de un sistema basado en las costumbres de aquellas localidades donde se había originado la ley, como el Hiyaz o Irak, y que había integrado con éxito dentro de su estructura las reformas introducidas por el Profeta, resultó ser en gran medida afín al temperamento innato de la sociedad árabe, que lo soportaba sin esfuerzo. Para otros pueblos, sin embargo, la recepción de la sharia presentaba serios problemas, ya que sus conceptos básicos eran con frecuencia completamente ajenos a la estructura tradicional de aquellas sociedades. En algunas comunidades, la fuerza de la costumbre indígena era lo sufientemente fuerte como para rechazar absolutamente cualquier influencia de la sharia en la regulación de sus relaciones de familia. A pesar de lo sinceras que pudieran ser su profesión y su práctica de la fe, aceptaban el Islam como religión pero no como forma de vida, y por tanto permanecían, desde el punto de vista de la estricta ortodoxia, sólo superficialmente islamizados. Hay muchos ejemplos de tribunales en sociedades islámicas que aplican una ley distinta a la sharia.[44]

Conforme nos vamos alejando del núcleo de la civilización árabe, la influencia de esta cultura es menor. Kazajstán ha sido históricamente una provincia alejada del núcleo de expansión del Islam y la cultura árabe. Al-Ándalus también se encontraba en una de las orillas occidentales del imperio arabo-islámico, pero en cambio ambos ejemplos son radicalmente distintos. Los árabes llegaron y se instalaron en la Península Ibérica, mientras que la presencia de habitantes árabes en las estepas de la Horda de Oro se reducía a un escaso número de mercaderes. En nuestro imaginario occidental, el mundo islámico pasa necesariamente por la arabidad; de hecho, una gran parte de los habitantes de España, por ejemplo, no pueden desvincular lo árabe de lo musulmán, llegando a utilizar las palabras árabe, musulmán e incluso moro como sinónimos.

Como vemos, muchas de las ideas presentadas en estas líneas nos ayudan a entender uno de los factores más importantes que tendrán que ver con la política soviética en territorio kazajo en materia religiosa. En un principio, las leyes jurídicas tanto del Imperio ruso en época zarista como del derecho soviético, impuesto a todos sus pueblos durante la URSS, no hacía distinciones entre unas sociedades musulmanas y otras. Dicho de otro modo, las leyes que se imponían desde Moscú se referían tanto a las sociedades del norte del Cáucaso, como a las poblaciones musulmanas del Asia Central. En cambio, los habitantes más ancianos de la región de los Urales, noroeste de Kazajstán, a través de testimonios personales, declaran que, mientras los cristianos rusos ortodoxos encontraban sus iglesias cerradas a cal y canto, o quemadas, o abiertas como museos, y tenían prohibido llevar a cabo su práctica religiosa, los kazajos seguían visitando sus mezquitas. Estas personas añaden que los musulmanes no eran vigilados y controlados en la medida que sí lo eran los rusos y demás habitantes cristianos. Este es el momento de rescatar un dato significativo: durante la época soviética, el número de mezquitas en Kazajstán, aunque de manera lenta, aumentó (véase Ibanov y Trofimov). Mientras que muchos sacerdotes acabaron realizando trabajos poco gratificantes en los lagers soviéticos, los imanes seguían habitando en los aulos, apartados del núcleo urbano dominado por los rusos. Luís Tomás Zapater Spí explica:

Sin embargo, el régimen sólo pudo cerrar una mezquita en Kazajstán y otra en Kirguistán, permaneciendo abiertas 25 kazajas y 33 kirguises, lo que indica la fuerza del Islam en Asia Central. Ver Anderson John, Islam in the Soviet Archives: A Research Note, Central Asia Survey, nº13/3, 1994.[45]

La obra de Zapater Spí es realmente interesante y constituye el análisis sobre este tema más importante en España. Pero, en mi opinión, el hecho de que en Kazajstán o Kirguistán no se cerraran más mezquitas es una prueba más de la escasa amenaza del Islam kazajo para el factor político, fenómeno que no puede trasladarse ni al estatus de la Iglesia ortodoxa rusa de aquella época, ni al estatus del Islam en otros puntos de la región. Los habitantes de Turkestán, al sur de Kazajstán, sí recuerdan en cambio una mayor represión religiosa, quizá porque las características de esta región, que se mantuvo durante siglos bajo la influencia de Samarcanda y Bujara, son similares a las de Uzbekistán, donde el Islam político tuvo y tiene mayor protagonismo e igualmente sufrió mayor represión en época soviética.

Referencias

 [1] Fatih Habiba, Les langues de l'identite dans le monde turco-iranien islamise de l'Asie Centrale post-sovietique (Ouzbekistan et Tadjikistan), recogido en Taghi Azadarmaki, Christophe Balaÿ, Michel Bozdémir, Contact des langues dans l'espace arabo-turco-persan I, Institut Français de Recherche en Iran, Université de Téhéran. Institut National des Langues et Civilitation Orientales Entesharat Mo'in, Teheran, 2001, p.123.

[2] Sobre las políticas geoestratégicas y lingüísiticas que adoptaron las autoridades rusas sobre Asia Central se recomienda Poujol Catherine, Langue de Pouvoir, Pouvoir de Langues; l'enjeu linguistique au coeur des transitions, recogido en Contact des langues dans l'espace arabo-turco-persan I, op.cit.p.117.

[3] Хан Георгий Василевич, История Казахстана, Издательский дом Аркаим, Алматы, Казахстан, 2002 (Vasilieivich Jan Georgi, Historia de Kazajstán, Ed. Arkaim, Almaty, Kazajstán, 2002, pág 25).

[4] Иванов В.А, Трофимов Я.Ф. Религии в Казахстане, Справочник, Алматы, 2003 (V.A. Ivanov y Ya.F. Trofimov, La Religión en Kazajstán, Almaty, 2003, pp.4-5).

[5] Revista Time Out Almaty, Islam en Almaty, artículo Los Musulmanes de Almaty, número 22 de noviembre a 5 de diciembre de 2007, nº20 (35), Almaty.

[6] Op. cit. p. 33. Pero como vemos el número de mezquitas sigue sin ser alto comparado con otros países musulmanes.

[7] З.Г. Джалилов, Ислам н общество в современном Казахстане, Дайк Пресс, Алматы, 2006 (Z.G. Džalilov, Islam y Sociedad en el Kazajstán actual, Ed. Daik Press, Almaty, 2006, pág. 76-77).

[8] Трофимов Я. Ф. Государственно-церковные отношения в современном Казахстане. - Алматы, 1997. (Ya.F Trofimov, Las relaciones Iglesia-Estado en el Kazajstán moderno, Almaty, 1997, pág. 61).

[9] Отчет об изучении религиозной ситуации на юге Казахстана / Казахстан. ин-т соц.-экон. информ. и прогнозирования. - Алматы, 1996 (Balance sobre el estudio de la situación religiosa en el sur de Kazajstán, Instituto socio-económico de información y prognósticos, Almaty, 1996).

[10] Habitantes de Kazajstán, sean de étnia kazaja o no.

[11] Амрекулов Нурлан Ауэзхановч, Тюркское Возрождение, Научное Популярное Издание, Алматы, 2006 (Amrekulov Nurlan Auezjanovich, El Renacimiento Túrquico, Edición científica popular, Almaty, 2006, pág.229).

[12] Parte del discurso ofrecido en la Homilía de Juan Pablo II en la Plaza de la Madre Patria en Astana el 22 de septiembre de 2001. La negrita es mía.

[13] Con naciones de Asia Central se entiende a la influencia histórica que irradió a la parte sur de Kazajstán la región de Samarcanda y Bujará. Por otra parte, es habitual encontrar la idea de que el Islam en Kazajstán lo importaron los tártaros llegados de Kazan, del Volga.

[14] Габитов Турсун Хафисович, Културология, Раритет, Алматы, 2001 (Gabitov Tursun Jafisovich, Culturología, Ed. Raritet, Almaty, 2001, p.264-265).

[15] Кодар А. Мировоззрение кочевников в свете степного знания. Культурные контексты Казахстана: история и современность, Алматы, 1998, с.59.60. (Kodar A. La concepción del mundo de los nómadas en la esfera del conocimiento de las estepas, Contexto cultural de Kazajstán: pasado y presente, Almaty, 1998, p.59-60).

[16] Koneczni Feliks, On the plurality of Civilitations, traducción de Anton Hilckman, Mainz, 1962, p.173. Primera publicación en Polonia Koneczni Feliks, O wielości cywilizacyj, Gebethner i Wolf , Cracow, 1935.

[17] Sobre los kazajos nómadas ver Н.Э.Масанов, А.М.Хазанов, И.В.Ерофеева, Л.Е.Масанова, Феномен кочевничества в истории Евразии. Номадизм и развитие государства. Сборник материалов Международной научной конференции, Казахский научно-исследовательский институт по проблемам культурного наследия номадов, Издательство Дайк-Пресс, Алматы, 2007  (N.E.Masanov, A.M.Jazanov, I.V.Erofeeva, L.E.Masanov, El fenómeno del nomadismo en la historia de Euroasia. El nomadismo y la evolución de los estados. Compilación de materiales de la Conferencia Internacional Científica, Instituto de Investigaciones científicas kazajo sobre los problemas de la herencia cultural de los nómadas, Editorial Daik Pres, Almaty, 2007).

[18] Coulson Noel J., Historia del Derecho Islámico, Biblioteca del Islam contemporáneo, Edicions Bellaterra, Barcelona, 2000, p.25.

[19] Op. cit., p.19.

[20] Op. cit., p.19.

[21] Feliks Koneczny es el primero en incluir en la Historia el concepto de civilización turana, lo que, según Anton Hilkman, traductor de la obra de Koneczny, es una original aportación muy valiosa para entender la historia de la humanidad.

[22] Leon Cahun. Introduction a 1'histoire de 1'Asie. Turcs ct Mongols des engines à 1405, Paris, 1896. Andre, op. dt., voL I, p. 169.

[23] Suponemos que se refiere a las dos partes de la shahada o testimonio de fe musulmán: no hay más dios que Dios y Muammad es su enviado ﻻ ﺍﻠﻪ ﻹ ﷲﻮﻤﺤﻤﺪ ﺮﺴﻮﻞ ﷲ.

[24] История Казахстана в Арабских Источниках, Культурное Наследие, Первый Том, Дайк Пресс, Алматы, 2005  (Traducción de V.G.Tizengauzen y rebautizada como La historia de Kazajstán en las fuentes árabes Tomo I, Colección Acervo cultural, Ed.Daik Pres, Almaty, 2005) p.173-174.

[25] Shams ad-Dīn Abū ‘Abdallah Muḥammad, hijo de Aḥmad, al-Farikī, ad-Dimashkī, az-Zahabī, muerto en Damasco en el 748 h. (1348-1349) a los 75 años de edad (ver Oriental., II, 388). Este fragmento pertenece a una de sus obras más conocidas, Tarīj al-Islām (Historia del Islam), compuesta de 12-20 tomos (Hadji Khalfa, II, 107, 131; III, 639).

[26] Koneczny, op.cit.p.20.

[27] Sobre este tema se recomienda Есенберлин К.И, Властелин Евразии. Жизнь и деяния хроника великих завоеваний, Издательский Дом «Кочевники», Алматы, 2003. (Esenberlin K.I, El dueño de Euroasia, Tamerlán. Crónicas sobre la vida de grandes conquistadores, Ed. Kochevniki, Almaty, 2003).

[28] Recogido en Ayubi Nazih, El Islam poítico. Teorías, tradición y rupturas, Ed. Bellaterra, Barcelona, 1996, p.181-182.

[29] A.Levshin realizó el primer estudio en profundidad de este código conservado en la Biblioteca Nacional de Kazajstán (Жеті Жарғы Мәтін Қазақтың Ата зандары Древний мир права казахов o El Žeti Žargi. Contenido. El antiguo mundo del derecho de los kazajos, Alma Ata. En 2005 ha sido publicado en lengua kazaja la obra Жеті Жарғы, Žeti Žargi, donde se incluyen los estudios de Levshin entre las páginas 479-482 del tomo IV.

[30] Абусеитова М.Х и Баранова Ю.Г., Письменные источники по истории и культуре Казахстана и Центральной Азии в XIII-XVIII вв., Дайк Пресс, Алматы, 2001.(Abuseitova M.J y Baranova IU.G, Fuentes escritas sobre la historia y la cultura de Kazajstán y Asia Central siglos XIII-XVIII, Ed. Daik Press, Almaty, 2001, p.23.

[31] Coulson Noel J., Historia del Derecho Islámico, Biblioteca del Islam contemporáneo, Edicions Bellaterra, Barcelona, 2000, p.28.

[32] Íbidem., p.13.

[33] Masanov,  op.cit. p.49.

[34] Recogido en Gabitov, p.281.

[35] Véase Анохин А.В. Материалы по шаманству у алтайцев, собранные во время путешествий по Алтаю в 1910 -1212 гг. по поручению Русского комитета для изучения Средней и Восточной Азии. Л., 1924   Сб.МАЭ АН СССР. Т. 4. Вып. 2. С.19 (Anojin A.V, Materiales sobre el chamanismo entre los altaicos, recogidos durante el viaje por Altai en 1910-1912 por encargo del Comité Ruso para el estudio del Asia Central y Oriental, L, 1924, Tomo 4, capítulo 2, p. 19). La palabra erlik en lengua kazaja signica hazaña, proeza, coraje, heroicidad y Валиханов Ч.Ч. Собр. Соч. А.А, 1961 (Valijanov Ch.Ch, Recopilación, Alma Ata, 1961, Tomo 1, pág. 480).

[36] Véase Катанов Н. Ф. Шаманские песнопения. М., 1996 (Katanov N.F, Cancionero chamanístico, Moscú, 1996, p.107).

[37] Sobre este tema véase Gabitov y О.Жанайдаров, Детская Энциклопедия Казахстана. Мифы Древнего Казахстана, Аруна, Алматы, 2006 (O. Žanaidarov, Enciclopedia Infantil de Kazajstán. Los Mitos del Antiguo Kazajstán, Ed. Aruna, Almaty, 2006).

[38] Gabitov, p.271.

[39] Véase el interesante prólogo de Auezov en Махмуд ал-Кашгари. Диван Луга ат-Турк, Перевод, предисловие и комментари З-А.М. Ауэзовой. Дайк Пресс, Алматы, 2005 (Majmud al-Kašgarī, Divan Luga at-Turk, Traducción, prólogo y comentarios de Z-A.M. Auezov, Ed.Daik Press, Almaty, 2005, p.29).

[40] Ibídem, p.268.

[41] Existe la idea popular de que dos o tres peregrinaciones al mausoleo de Ajmet Yasawi, situado en la ciudad de Turkestán, equivalen a la peregrinación a La Meca.

[42] Bulat Abdulin, Preguntas sobre el Islam en Kazajstán, sección Religión, revista Kontinent, nº 23, 30 de noviembre a 30 de diciembre de 2000.

[43] Ver el artículo de Elena Sadovskaya, Chinese Migration to Kazakhstan: Causes, key trends, and prospects, publicado en el periódico sueco CA & CC Press AB Publissingh House, Sweden, sección Cetral Asian and The Caucasus, 2008. El artículo no alude a temas religiosos en ningún momento para justificar la masiva inmigración desde China. Según la autora ésta se debe al acuerdo de cooperación entre ambos países sustentado sobre premisas económicas.

[44] Op.cit., p.144. El autor da numerosos ejemplos: los pueblos beréberes del norte de África, que han sido gobernados hasta hoy por una ley consuetudinaria rígidamente patriarcal; en la región de Kabilia en Argelia (Bousquet, Justice française et coutumes Kabyles, Argelia, 1950, p.48); en el derecho consuetudinario bereber es un rasgo característico la ausencia de derechos de herencia para las mujeres (aplicada a casi la mitad de la población de musulmana de Marruecos en todos los asuntos civiles); las leyes consuetudinarias de las sociedades matriarcales de Menangkabau, en Sumatra (Bousquet, Du droit musulman et de son application effective dans le monde, Argelia, 1949, p.91); las leyes de los yoruba del oeste de Nigeria (Anderson, Islamic Law in Africa: problems of Today and Tomorrow, Changing Law in Developing Countries, 1963, p.240-258, Schacht, La Justice en Nigérie du Nord et le droit musulman, Revue Algérienne...de Légistation et de Jurisprudence, nº2, 1951, p.37); las de los joyas ismaelíes, los bohoras y los cutchi memones del subcontinente indio, que todavía aplican la ley hindú de sucesión testada e inestada; las leyes de Java en las que la herencia siguió siendo regulada por la ley consuetudinaria matriarcal y no pasó a los tribunales religiosos; o incluso en el caso de Yemen, en pleno mundo árabe, donde ciertas tribus nunca renunciaron a la ley consuetudinaria establecida, según la cual las mujeres no gozan en absoluto de ningún derecho de propiedad.

[45] Luís-Tomás Zapater Espí, Asia Central: Conflictos étnicos, nuevo nacionalismo e Islam, Instituto Intercultural para la Autogestión y la Acción Comunal, Ed. Quiles, Valencia, 2005, p.44.

 

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