Vincent Van Gogh no murió por su voluntad, sino por un disparo casual, hecho por dos jóvenes, aseguran los biógrafos del pintor Steven Naifeh y Gregory White Smith en una investigación de 900 paginas “La vida de Van Gogh”, publicada en la editorial Random House.
Usualmente, se considera que Van Gogh cometió un suicidio, 27 de julio de1890, cerca de la ciudad Auvers-Sur-Oise en el mismo campo de trigo, que terminó de pintar un poco antes. Gravemente herido, él regresó a su hotel, donde murió dos días después, alcanzando a decir que no culpaba a nadie y que quería matarse.
El paisaje, que muchos consideran su testamento, fue puesto a la venta en la subasta de Sotheby´s en el 2007, pero no se vendió.
Los autores de la investigación que trabajaron durante 20 años sobre el libro, estudiaron varias cartas del pintor, incluyendo, las que nunca fueron traducidas.
Llegaron a la conclusión de que Van Gogh no fue al campo ese día con la intención de acabar con su vida, y que el disparo provino de una escopeta dañada, perteneciente a un joven de 16 años, llamado Rene Secretan.
Es difícil imaginar que los muchachos, que eran dos, y que muchas veces bebieron, compartieron con el pintor y jugaron a los vaqueros, pudieron dispararle a propósito. Lo más probable, es que la escopeta disparó casualmente, y Van Gogh, que no buscaba la muerte, sin embargo, estaba listo para recibirla, y no quiso involucrar a la policía.
Además, los investigadores suponen que el pintor no sufrió depresión, sino epilepsia.
