Al menos 16 personas murieron en la ciudad paquistaní de Karachi (sur del país) en las últimas 24 horas, a consecuencia de varios tiroteos callejeros, informaron fuentes de la Policía local.
Los casos de violencia callejera paralizaron la vida en distintos barrios de la ciudad. Se comunica que jóvenes armados vagan por la urbe, abren fuego y pelean con efectivos de fuerzas del orden.
Hoy permanecen cerrados varios centros comerciales de Karachi debido al temor de sus dueños de convertirse en el blanco de los delincuentes.
Las autoridades intentan tomar bajo control la situación. En algunos distritos el orden es protegido por patrullas militares que recorren la zona.
Los sucesos de violencia por motivos étnicos o políticos son habituales en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán y una de las más pobladas del mundo con sus 15 millones de habitantes.
Desde hace varios años, la metrópoli paquistaní es escenario de violentos choques entre bandas criminales, así como enfrentamientos entre pastunes y los llamados mohajir, musulmanes que huyeron a Pakistán tras la partición de la India Británica y sus descendientes.
Los mohajir acusan a los pastunes de intentar hacerse con los sectores locales de comercio y construcción empleando métodos violentos. También expresan preocupación por el creciente número de seguidores del movimiento Talibán entre los pastunes.
Por su parte, los pastunes afirman sufrir discriminación étnica a la hora de buscar trabajo y vivienda.
