El abeto de Nordmann, el árbol clásico de las Navidades en muchos hogares europeos, tiene sus orígenes en Abjasia, según miembro de la Academia de Ciencia de la república caucásica, el profesor Serguei Bebiy.
En 1835 el biólogo ruso Alexander Nordmann realizó una expedición al Cáucaso, donde se hizo con una amplia colección de especies de plantas e insectos, incluido el abeto del Cáucaso. Unos años después del descubrimiento, el científico se mudó a Finlandia.
“Fue Nordmann quien por primera vez describió esa planta como especie independiente. Por eso, el abeto lleva su nombre. Además, Nordmann llevó sus semillas a Europa, donde se inició el cultivo masivo del árbol”, explicó Bebiy.
El experto abjaso añadió que actualmente Dinamarca, con 100 millones de abetos de Nordmann, es el principal productor de estos árboles de Navidad en Europa. Copenhague destina a la exportación la décima parte de las plantas.
Mientras, en propia Abjasia, la patria del abeto del Cáucaso, el árbol no es cultivado para su venta al exterior. No obstante, desde hace dos años comenzó la exportación de las semillas de la planta para su posterior plantación en países del Viejo Continente.
