Octubre de 2015 es la fecha más realista para concluir la construcción de un nuevo sarcófago protector sobre el reactor destruido de Chernóbil, manifestó hoy Ígor Gramotkin, director general de esa planta ucraniana que hace 25 años sufrió el accidente más grave en la historia de la energía atómica.
“Planeamos finalizar las obras en octubre de 2015”, declaró Gramotkin al calificar esa fecha como “la más viable”.
Una vez terminada la construcción del nuevo sarcófago, que se conoce por las siglas NSC (del inglés New Secure Confinement), empezará la segunda fase del proyecto, a saber, el desmantelamiento del actual cascarón y la retirada del combustible que permanece dentro.
“En el interior hay unas 200 toneladas del combustible en diverso estado, además de casi 300 toneladas del polvo con elementos transuránicos”, recordó el jefe de la planta. Súmense a ello alrededor de 150.000 toneladas de equipos cuya superficie presenta diversos grados de contaminación radiactiva y que también deben desmantelarse. Las obras de la segunda etapa, según Gramotkin, se iniciarán después de 2020.
El presupuesto total de las obras asciende a 1.540 millones de euros, de los cuales aproximadamente 940 millones de euros corresponden a la construcción del NSC, según afirmó anteriormente Vladímir Jolosha, director del organismo ucraniano que controla la zona de evacuación en torno a Chernóbil.
El mantenimiento del nuevo sarcófago – un arco de 105 metros de alto, 150 metros de largo y 260 metros de ancho que deberá garantizar la seguridad del cuarto reactor por un período de 100 años – costará entre 50 y 80 millones de euros al año, declaró hoy Gramotkin.
El patrocinio financiero del proyecto corre a cargo de una fundación especial instituida por 28 países donantes y controlada por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
La explosión del cuarto reactor en la central nuclear de Chernóbil, el 26 de abril de 1986, provocó la contaminación radiactiva en un perímetro de 30 Km en torno a la planta, además de afectar territorios de 60.000 Km2 en Rusia, 50.000 Km2 en Ucrania y 46.500 Km2 en Bielorrusia.
