El mayor grupo bancario de España, Santander, vendió su filial rusa al banco local Vostochni Express, escriben hoy los diarios Kommersant y RBK Daily. Algunos expertos lo interpretan como síntoma alarmante de que la banca rusa empieza a perder su atractivo para inversores occidentales.
Kiril Nífontov, miembro del consejo de directores de Vostochni Express, rehusó especificar el importe de la transacción pero dijo que fue “conforme a las condiciones del mercado”.
Santander Consumer, filial de financiación al consumo del Grupo Santander, entró en Rusia en 2006 con la adquisición de una entidad pequeña, Extrobank, que más tarde fue rebautizada. Apostó desde un principio por la financiación de automóviles pero se vio obligado a congelar sus planes del desarrollo con el estallido de la crisis financiera global. En lo que va del año, los activos de Santander Consumer en Rusia disminuyeron en un 43%. Al término del tercer trimestre, el banco ocupaba la 345ª posición en cuanto al volumen de activos netos, y la 194ª, por el monto del capital, según Interfax.
Vostochi Express se encontraba en el 45º y el 52º lugar, respectivamente, según la revista Kommersant-Dengui.
La expectativa de un crecimiento rápido - principal factor que empujó a los bancos extranjeros a entrar en el mercado ruso – se vio truncada con la crisis que bajó drásticamente el nivel de financiación al consumo. Varias entidades foráneas, entre ellas, KBC Group y Swedbank, manifestaron la intención de vender sus activos bancarios en Rusia. Evgueni Trúsov, de la consultoría NEO Tsentr, advierte de que “en un futuro próximo veremos decisiones similares” por parte de los bancos extranjeros presentes en el mercado local.
“La posición de los bancos públicos se va afianzando al tiempo que baja la rentabilidad del sector bancario en general e incrementa la competencia, de manera que muchos actores extranjeros que no tuvieron tiempo para desarrollar su negocio antes de la crisis se verán obligados probablemente a vender sus activos o salir al mercado de fusiones y adquisiciones”, comentó Mijaíl Matóvnikov, director del centro de análisis económico Interfax.
