Rusia tiene interés en la construcción del oleoducto Burgas-Alexandroupolis para transportar crudo ruso desde el mar Negro hasta el Egeo, pero también está dispuesta a abandonar el proyecto, dijo hoy el ministro ruso de Energía, Serguei Shmatkó.
“Actualmente todas las actividades están prácticamente congeladas a la espera de la decisión del Gobierno búlgaro. Existen acuerdos intergubernamentales que nos permiten tomar decisiones incluida la renuncia al proyecto”, afirmó Shmatkó.
Según el titular ruso, todo depende de la respectiva notificación oficial de la parte búlgara si va a cumplir los compromisos adquiridos, y en caso de una negativa, Rusia procederá a calcular sus pérdidas económicas y estudiará la reclamación de compensaciones.
Al mismo tiempo, Shmatkó señaló que el proyecto de oleoducto transbalcánico Burgas-Alexandroupolis no es una de las principales apuestas rusas, puesto que el país eslavo tiene alternativas.
La semana pasada, fuentes de la petrolera rusa Transneft anunciaron que Rusia no abandona el proyecto pero reducirá al mínimo sus gastos en el tendido de la tubería. Según un portavoz de la compañía, Bulgaria sigue sin financiar la iniciativa y también Grecia ha renunciado a efectuar los pagos correspondientes, y que de está manera sólo Rusia está financiando la obra.
En caso de ser construido, el oleoducto transbalcánico Burgas-Alexandroupolis con una capacidad de 35 millones de toneladas unirá el puerto búlgaro de Burgas, en el mar Negro, con el griego de Alexandroupolis en el mar Egeo.
La ejecución del proyecto está a cargo de Rusia, Bulgaria y Grecia.
