El presidente ruso Dmitri Medvédev resaltó hoy la necesidad de elaborar un nuevo modelo del crecimiento económico para Rusia y dijo que algunos elementos de la actual política presupuestaria y fiscal no se corresponden con ese objetivo.
“Deberíamos formar en Rusia un modelo conceptualmente nuevo del crecimiento económico en los próximos años, un modelo que se sustente en el incremento de la iniciativa privada, amplias innovaciones, eficaz sistema de servicios públicos, estructura financiera e industrial de calidad”, manifestó Medvédev al presentar este miércoles su mensaje presupuestario.
Acto seguido, señaló que “no todos los elementos de la política fiscal y presupuestaria responden plenamente a tales objetivos” y que “también persisten los riesgos relacionados con la dependencia de la coyuntura económica externa”.
El mensaje presidencial destaca que “Rusia, a diferencia de economías más diversificadas, no puede permitirse el crónico déficit presupuestario ni un alto nivel de deuda pública que colocarían a la economía nacional en una situación de dependencia con respecto a las condiciones externas y erosionarían los recursos de inversión”.
“Mientras los precios petroleros son altos, hay que acumular reservas para asegurarnos un colchón de seguridad contra choques económicos externos. La experiencia de 2008-2010 demostró lo acertado que es ese enfoque en materia de política presupuestaria”, señala el documento.
El presidente propuso establecer a partir de 2015 un techo del déficit presupuestario, así como reglamentar el uso de los ingresos por la exportación de hidrocarburos, principal fuente para el erario público en Rusia. En el período de 2012-2014, según él, será necesario sentar las condiciones para ello, estabilizando y luego reduciendo el déficit del presupuesto federal.
Rusia cerró 2010 con un déficit del 4,1% del PIB y planea terminar este año con el 1,3% o hasta menos gracias a la subida del crudo.
En su mensaje, Medvédev también se pronunció por “disminuir sustancialmente el papel del Estado en la gestión inmediata de activos económicos” y pidió al Gabinete confeccionar un calendario de privatizaciones para renunciar al control o a la participación en las empresas clave a excepción de algunas infraestructuras o entidades directamente vinculadas con la seguridad nacional.
Recomendó fomentar la competencia para “movilizar la inversión, la actividad empresarial y la innovación de compañías privadas, incluidas las pymes”, así como eliminar las ventajas de empresas públicas o municipales, a menos que estén implicadas en las tareas de seguridad del Estado.
