El Fondo Monetario Internacional (FMI) urge a los países de la Eurozona a frenar enérgicamente la crisis de la deuda que podría propagarse al mundo entero.
Un informe difundido la víspera por el FMI advierte de que impagos soberanos o selectivos implican un alto riesgo de “contagio” para las economías clave de la zona euro, lo que tendría graves secuelas económicas.
Expertos del Fondo consideran que el impacto negativo de la consolidación financiera sobre la demanda interna podría ser más fuerte de lo que se esperaba, y que el precario estado del sector bancario supone una presión adicional sobre la oferta de créditos y amenaza con retrasar la normalización crediticia.
El “contagio” del sistema financiero global, según el FMI, podría producirse a través de los bancos. En lo que va del año, muchos bancos de la Eurozona han reducido la inversión en activos foráneos de alto riesgo pero las entidades crediticias de Alemania y Francia aún poseen grandes cantidades de activos de la periferia europea.
Una situación de impagos a gran escala o una drástica caída de títulos de algún banco importante de la Eurozona podrían poner en jaque el sistema financiero de la región.
El Eurogrupo planea celebrar mañana una cumbre en Bruselas para buscar una solución a la crisis de la deuda que ya obligó a Grecia, Portugal e Irlanda a solicitar ayuda financiera de organismos internacionales.
