Las agencias de calificación internacionales Standard & Poor's (S&P) y Fitch Ratings rebajaron el pasado martes las notas de varios bancos españoles, entre ellos, Banco Santander и Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), que son las mayores entidades financieras de España.
S&P degradó la calificación de ambas de AA a AA-, con pronóstico negativo. También rebajó de A a A- las notas de Banco Sabadell, Bankinter, Kutxa, BBK, CECA e IberCaja, y puso en la lista de posibles revisiones a la baja al Banco Popular que, de momento, tiene la calificación A- .
La decisión de S&P afecta a un total de 15 bancos españoles y es atribuible al deterioro de las condiciones macroeconómicas y financieras, en particular, la ralentización de la economía y la baja actividad en el mercado inmobiliario. Los bancos de España, a juicio de S&P, han resistido la crisis pero acumulan gran cantidad de activos problemáticos y han agotado la mayor parte de los colchones que tenían.
Otra calificadora de riesgos crediticios, Fitch, también recortó la nota de seis bancos españoles: Banco Santander, de AA a AA-; Banesto, de AA a AA-; BBVA, de AA- a A+; CaixaBank, de A+ a A, y Banco Popular, de A a BBB+, todos con perspectiva negativa.
Anteriormente, Fitch degradó la calificación de la deuda española de A+ a AA-. S&P y Moody’s la mantienen al nivel de AA y Aa2, respectivamente, pero las tres calificadoras coinciden en que el pronóstico es negativo.