Moody’s explicó esta revisión a la baja por la vulnerabilidad de España ante los estrés en los mercados financieros, sus moderadas perspectivas de crecimientos económico y las subsiguientes dificultades a la hora de cumplir los planes de consolidación presupuestaria.
Expertos de la calificadora dudan de que los gobiernos autonómicos en España sean capaces de financiarse y reducir su déficit presupuestario.
El pronóstico negativo, según ellos, refleja el riesgo de la desaceleración de la economía española ante el posible empeoramiento de la crisis de la deuda en la zona del euro.
Anteriormente, la agencias Standard & Poor's (S&P's) y Fitch Ratings degradaron la calificación crediticia de España de AA hasta AA-, y de AA+ hasta AA-, respectivamente, ambas, con perspectiva negativa. También rebajaron las notas de varios bancos españoles, entre ellos, Banco Santander y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), las mayores entidades financieras del país.