La calificadora de riesgos crediticios Standard and Poor's (S&P) confirmó el pasado lunes la nota soberana de EEUU al nivel de 'AA+' con perspectiva negativa, a pesar de que un comité especial del Congreso estadounidense no pudo lograr una fórmula de compromiso sobre recortes presupuestarios.
Esa incapacidad de acordar las medidas de austeridad fiscal, según un comunicado de S&P, es “consistente con la decisión del 5 de agosto de degradar la nota de EEUU a ‘AA+’”. La agencia advierte de que la presión a la baja va a incrementar a menos que se mantengan en vigor las restricciones del gasto discrecional definidas en la Ley de Control Presupuestario.
Originalmente estaba previsto que el comité parlamentario presentara un plan de recortes para el 23 de noviembre, a fin de que el Congreso de EEUU pudiera votar la ley correspondiente antes del 23 de diciembre. En el supuesto de que esa ley no consiga la mayoría de votos necesaria en ambas Cámaras, el gasto público se someterá en 2013 a una reducción automática en 1,2 billones de dólares que afectará en igual grado a los renglones militares y civiles.
Otra agencia de calificación financiera, Fitch Ratings, todavía preserva la nota de EEUU al máximo nivel, ‘AAA’, pero podría revisar este mes el pronóstico correspondiente, de ‘estable’ a ‘negativo’.
Esta decisión implicaría, con una probabilidad del 50%, la rebaja de la calificación en los próximos dos años, según un comunicado de Fitch.
