La agencia de calificación financiera Moody’s rebajó ayer un escalón, de ‘Baa3’ a ‘Ba1’, la nota de Hungría y la dejó con pronóstico negativo alegando un elevado nivel de la deuda y la creciente incertidumbre en torno al cumplimiento de los objetivos fiscales.
“La combinación de esos factores tendrá un impacto negativo sobre la fortaleza financiera del Gobierno y va a erosionar su capacidad de amortiguar los choques”, señala Moody’s en un comunicado de prensa.
El documento atribuye la perspectiva negativa del rating a “la incertidumbre acerca de la capacidad del país de superar los potenciales riesgos derivados de la crisis de la deuda soberana en Europa”.
Además de bajar la calificación soberana de Hungría, Moody’s degradó de ‘Baa3’ a ‘Ba1’ la deuda de su banco emisor en moneda extranjera.
Al mismo tiempo, la calificadora dejó claro que podría cambiar de ‘negativo’ a ‘estable’ su pronóstico en relación con Hungría, si ésta avanza por el camino de una consolidación sostenible e implementa de manera consecuente los planes económicos a mediano plazo.
Otra agencia internacional de calificaciones, Standard & Poor's, evalúa la deuda de Hungría al nivel de BBB-/A-3 pero mantiene esa nota en la lista de posibles revisiones a la baja.
La prensa húngara reveló la semana pasada que Budapest solicitó a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional (FMI) un programa de ayuda financiera para protegerse contra la crisis de la deuda en la eurozona.