Moscú, 18 de junio, RIA Novosti. De acuerdo con el último informe de la empresa Symantec, los dominios ".ru" son los que presentan el mayor riesgo en cuanto a la amenaza de los llamados "correos basura". Sólo el pasado mes de mayo, los envíos masivos de este tipo crecieron más del 50%, hasta llegar a un 34,1% del total de mensajes, escribe hoy el diario Vzgliad.
Alexandr Písemski, subdirector general de la empresa de seguridad informática Group-IB, confirmó al rotativo que la cantidad de spam se disparó de forma importante, aunque no pudo ofrecer ninguna cifra en concreto.
Según el experto, el incremento de correos basura se debe a que los ciberdelincuentes aprovechan acontecimientos de la vida política o social, como el Mundial de Sudáfrica o las cumbres entre los gobernantes rusos, ucranianos o bielorrusos.
Písemski no ve mucha diferencia entre el spam ruso y el estadounidense. Es posible que en Estados Unidos haya más mensajes basura que promueven productos farmacéuticos, mientras que el spam ruso tiene que ver más con la propaganda de servicios de cualquier tipo.
El experto destaca que el mercado ruso de spam genera muchos ingresos, ya que los gastos son mínimos y el efecto espectacular, sobre todo si se consigue infectar equipos ajenos con el software nocivo.
El objetivo de spam es propagar virus informáticos que sirven para cometer acciones ilícitas más graves. Por lo tanto, la cantidad de correos basura seguirá en aumento, puesto que cada vez son más los que quieren entrar en este mercado para ganar dinero fácil, advierte Písemski.
El envío de spam es una actividad ilegal que el Estado debe combatir. Pero por ahora los responsables de estas acciones se sienten impunes, circunstancia que es favorecida por las lagunas en la legislación, lamenta el subdirector de Group-IB.
El experto recuerda que el Código Penal ruso tiene sólo tres artículos dedicados a la delincuencia informática que además ya han quedado obsoletos. Por eso, la mayoría de las acciones criminales en la Red ni siquiera pueden ser tipificadas como delitos, deplora Písemski.
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