El presidente de Iraq, Jalal Talabani, se negó hoy a estampar su firma en la sentencia de muerte que la Corte Suprema emitió a finales de octubre pasado contra Tareq Aziz, antiguo subjefe del Gobierno iraquí y uno de los colaboradores más próximos de Sadam Husein.
Talabani declaró en una entrevista a la cadena de televisión France 24 que su condición de socialista le impide firmar ese veredicto. “Simpatizo con Tareq Aziz porque es un cristiano, además de que ya es un anciano que tiene más de 70 años”, agregó.
Aziz, de 74 años, fue condenado a pena capital el pasado 26 de octubre, por su implicación en las represalias contra musulmanes chiíes en 1999.
En 2003, tras la invasión de EEUU en Iraq, Aziz se entregó a los militares estadounidenses. En 2009, fue sentenciado a 15 años de cárcel por la ejecución de 42 comerciantes presuntamente culpables de estraperlo, en 1992.
Aziz, cuyo verdadero nombre es Mikhail Yuhanna, ocupó varios cargos de importancia en el régimen de Saddam Husein a quien conoció en los años 50, cuando ambos eran militantes del proscrito Partido Árabe Socialista Baaz. Fue ministro de Exteriores en 1983-1991 y subjefe del Gabinete en 1979-2003, representó a Iraq en numerosas cumbres internacionales y actuó en reiteradas ocasiones como jefe del Gobierno de facto.
Actualmente permanece en la prisión Camp Cropper, al oeste de Bagdad. En enero pasado sufrió un derrame cerebral que le dejó mudo por un tiempo.
La ONU, la Unión Europea, el Vaticano y varias naciones, entre ellas, Rusia llamaron a Iraq a que se abstenga de ejecutar a Aziz.
