Vladímir Voronin, ex presidente de Moldavia y dirigente del partido comunista que permaneció ocho años en el poder, manifestó hoy que el ingreso de su país en la unión aduanera de Bielorrusia, Kazajstán y Rusia será “un poderoso factor de modernización” y una herramienta para resolver el conflicto en Transnistria.
A tres días de las elecciones anticipadas al Parlamento moldavo, Voronin resaltó que su partido rehúsa “golpear en las puertas de la Unión Europea, cerradas a cal y canto”, o “ser cómplice de la distribución de pasaportes rumanos” en Moldavia, y que defiende en cambio “un nuevo proyecto de integración en el espacio postsoviético”.
Advirtió de que el Gobierno “prepara falsificaciones en masa”, por lo que “el partido comunista organizará un recuento paralelo”. Al mismo tiempo, calificó de “histeria” las alarmas de disturbios públicos que supuestamente podrían iniciarse en Moldavia a raíz de los próximos comicios, por analogía con lo que sucedió tras las elecciones parlamentarias de abril de 2009.