Rusia exhortó este martes a Israel a cesar nueva obra de construcción en Jerusalén Este para evitar una escalada de tensión en las relaciones palestino-israelíes.
La cancillería rusa manifestó hoy su “gran preocupación” ante la noticia de que excavadoras israelíes demolieron el hotel Shepherd, situado en Jerusalén Oriental y perteneciente otrora a los palestinos, para despejar el terreno a la construcción de un edificio residencial para 20 familias judías. Es una medida unilateralista que “aporta tensión extra” al conflicto entre Israel y los palestinos e “influye negativamente en las gestiones internacionales para el relanzamiento del proceso de paz”, consta en un comunicado de Exteriores.
Anteriormente, la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y los países árabes también condenaron la demolición del hotel Shepherd.
La cancillería rusa también expresó su inquietud ante “el visible agravamiento de la situación en torno al enclave de Gaza”, desde el cual se lanzaron últimamente varios misiles hacia Israel con las subsiguientes represalias por parte de la aviación israelí. Moscú pidió a ambas partes acatar el armisticio fáctico, actuar con moderación y evitar víctimas y sufrimientos entre civiles.
Unos 200.000 colonos israelíes residen en Jerusalén Este que, según las normativas del derecho internacional, es uno de los territorios ocupados a raíz de la Guerra de los Seis Días, en 1967. Israel proclamó la ciudad de Jerusalén, “completa y unida”, capital del Estado hebreo en 1980 y se opone a la restauración de las fronteras anteriores a 1967 alegando razones de seguridad y nuevas realidades demográficas.
