La pareja de jóvenes egipcios Hisham y Slama contrajeron matrimonio en la plaza Tahrir, para mostrar su solidaridad con el resto de manifestantes que han prometido acabar las protestas sólo después del retiro de Hosni Mubarak, informó hoy la corresponsal de RIA Novosti.
Según los recién casados, su familia ahora son las decenas de miles de personas congregadas desde hace doce días en la plaza Liberación, en el corazón de El Cairo.
La boda “revolucionaria” fue muy austera. El novio acudió en un chándal, mientras la novia llevaba vaqueros y gabardina negra.
“Ni siquiera pasamos por casa. Una amiga mía hizo el favor de traerme un hiyab (velo islámico) blanco para dar un toque festivo a mi traje”, relató Salma.
Por su parte, Hisham agregó que la fiesta la celebran en sus almas, porque han ganado.
Después de cumplir con la parte oficial de la ceremonia tal y como lo requiere la ley islámica Sharia, el matrimonio hizo unas fotos al pie de un tanque y se separó para dedicarse a sus tareas revolucionarias, entre ellas la preparación de carteles, recuento de medicamentos, discusión de exigencias a las autoridades etc.
La víspera, el vicepresidente egipcio Omar Suleiman y representantes de oposición, incluidos los Hermanos Musulmanes, acordaron una serie de medidas para superar la crisis en Egipto, en particular reformas constitucionales y el fin de la Ley de Emergencia, en vigor desde hace tres décadas.
No obstante, no fue satisfecha la principal reclamación de los manifestantes, que consiste en la dimisión del actual mandatario de Egipto, Hosni Mubarak, quien gobierna el país árabe desde 1981.
