El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, declaró que Moscú tiene la disposición de reanudar la cooperación con Londres en materia de la lucha antiterrorista, pero el proceso requiere la interacción entre la inteligencia británica y el Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
“Si los colegas británicos están dispuestos, el Servicio Federal de Seguridad reanudará la cooperación, pero lo discutirán los profesionales”, dijo Lavrov en una entrevista a la británica BBC.
El canciller ruso señaló que “es imposible continuar la cooperación antiterrorista sin el Servicio Federal de Seguridad ya que es la entidad rusa más importante para problemas de terrorismo”.
“Los años pasados demostraron que ambas partes sufren pérdidas (por falta de cooperación), y el terrorismo internacional, el narcotráfico y el crimen organizado…siguen causando problemas”, dijo Lavrov al recordar la reciente tragedia en el aeropuerto moscovita de Domodédovo que provocó 36 muertos.
Asimismo, el ministro manifestó su seguridad de que el caso del corresponsal de The Guardian, Luke Harding, no afectará a las relaciones ruso-británicas.
El sábado pasado, las autoridades fronterizas rusas negaron a Harding la entrada en Rusia y lo deportaron a Gran Bretaña en el vuelo más próximo.
Según la cancillería rusa, “el periodista cometió varias infracciones de las normas de trabajo establecidas para los corresponsales extranjeros por el Gobierno de la Federación Rusa. En particular, partió a Londres, sin recoger el carnet de corresponsal extranjero que le fue expedido, aunque sabía que debía hacerlo”.
Luke trabajó de corresponsal de The Guardian en Moscú durante los últimos años. Tuvo problemas con las autoridades anteriormente. En particular, en abril de 2010 fue detenido en la república caucasiana rusa de Ingushetia.
Los últimos meses estuvo implicado en la publicación en The Guardian de unas filtraciones de WikiLeaks, en particular, sobre Rusia y las figuras clave de su política y negocios.
También cubría el proceso judicial contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange. Es coautor del libro “La guerra contra el secretismo”, que narra la historia de WikiLeaks.
Según señaló el canciller ruso en la entrevista, “ambos países están dispuestos a mirar hacia delante, sin hacer la vista gorda ante las dificultades y tratando de superarlas paso a paso, impedir que afecten a la cooperación en materias donde es posible”, en particular en economía, cultura, así como simplificar el régimen de visados.
Las relaciones entre Rusia y Gran Bretaña se vieron afectadas en los últimos años por la muerte del ex oficial del Servicio de Seguridad ruso, Alexander Litvinenko; las pretensiones de las autoridades rusas al Consejo británico en Moscú y la postura de Gran Bretaña respecto al conflicto de Osetia del Sur.
Respecto al caso de Litvinenko, Lavrov reiteró que la extradición de ciudadanos rusos está prohibida por ley en Rusia.
“Propusimos a nuestros colegas británicos que entreguen todos los materiales necesarios, que ayuden a fiscales rusos investigar el caso aquí (en Rusia) en cooperación con servicios de inteligencia británicos”, indicó Lavrov.
