El dirigente opositor egipcio Mohammed el Baradei pidió anoche, a través de Twitter, una intervención urgente del Ejército nacional para salvar a Egipto de una explosión inminente ahora que el presidente Hosni Mubarak se niega a dimitir hasta septiembre próximo.
“Egipto va a explotar. El Ejército debe salvar al país inmediatamente”, escribió El Baradei en su microblog de Twitter.
Mubarak anunció la víspera en una alocución televisada a la nación que se quedará en el cargo hasta los comicios presidenciales de septiembre próximo aunque estimó “conveniente traspasar las atribuciones del jefe del Estado al vicepresidente (Omar Suleiman), conforme a la Constitución en vigor”.
Su discurso provocó la ira de centenares de miles de egipcios acampados desde el 25 de enero en la plaza Tahrir de El Cairo para forzar la dimisión del actual mandatario. “¡Abajo Mubarak! ¡Que se vaya! ¡Ni Mubarak ni Suleiman! ¡Militares, es hora de escoger entre el régimen y el pueblo!”, coreaban los manifestantes, dispuestos a iniciar una marcha hacia el palacio presidencial. La gente blandía sus zapatos, lo que en el mundo árabe es máxima señal de desprecio y reprobación.
La televisión nacional de Egipto precisó que el vicepresidente Suleiman va a controlar ahora todos los asuntos de política exterior e interna, mientas Mubarak se reservará los poderes relativos a la disolución del Parlamento, la remodelación del Gabinete y la presentación de enmiendas constitucionales.
El pasado 29 de enero, Mubarak nombró al general Suleiman, de 75 años, al cargo de vicepresidente y le encomendó entablar el diálogo con la oposición para resolver la grave crisis política en el país. Anteriormente, Suleiman encabezó durante muchos años el servicio de inteligencia de Egipto. También supervisó el tema palestino y el proceso del arreglo entre la ANP e Israel, en el que Egipto asume el papel de principal mediador regional.
