Tres expertos de la ONU partirán para Libia el próximo domingo para investigar los casos de presuntas infracciones de derechos humanos por parte del gobierno y los rebeldes.
“La investigación debe ser honesta, imparcial e independiente. Es lo que planeamos hacer. Partimos de Ginebra el domingo y aspiramos a regresar hasta los finales de este mes”, dijo el jefe del grupo Cherif Bassiouni, citado por la prensa.
Bassiouni, uno de los fundadores de la Corte Penal Internacional con sede en La Haya, en reiteradas ocasiones encabezó varias comisiones de la ONU para el derecho internacional.
El grupo de expertos fue formado tras la respectiva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada a finales del mes pasado de febrero para una investigación independiente de crímenes de lesa humanidad en Libia.
A principios del mes pasado de marzo la Corte Penal Internacional presentó la lista de los presuntos culpables de violencias y represiones contra ciudadanos civiles en Libia, que integró al líder libio Muamar Gadafi, sus hijos y ciertos altos funcionarios.
El fiscal general de la CPI Luis Moreno Ocampo prometió presentar al Consejo de Seguridad un informe sobre los resultados de la investigación el próximo 4 de mayo.
A mediados de febrero en Libia estallaron protestas contra el régimen de Muamar Gadafi que lleva más de 40 años en el poder. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
Organismos internacionales reportaron miles de muertos en los enfrentamientos, pero las autoridades libias niegan asesinatos masivos.
El pasado 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución sobre la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia como medida para proteger a civiles e impedir que el Ejército libio someta a bombardeos las posiciones de los rebeldes.
Dos días después, el 19 de marzo, empezó una operación militar en Libia con la participación de EEUU, Reino Unido, Francia, Canadá, Bélgica, Italia, España, Dinamarca Noruega y Qatar.
El 31 de marzo, la OTAN asumió el mando de todas las operaciones en Libia que tienen como objetivo controlar el embargo de armas, vigilar la zona de exclusión aérea y defender a la población civil.
