Moscú califica de inadmisible la presión sicológica y física que se ejerció sobre el piloto ruso Yaroshenko en EEUU, declaró hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexandr Lukashévich.
“En más de una ocasión y a distintos niveles denunciamos el carácter improcedente del arresto del ciudadano ruso por agentes de DEA (departamento de lucha antidrogas) en un tercer país, Liberia, y su traslado forzoso al territorio estadounidense, sin notificarlo oportunamente a la embajada de Rusia en EEUU. También calificamos de inadmisible la presión sicológica y física que se ejerció sobre Yaroshenko después del arresto”, dijo.
El tribunal de jurados de Nueva York dictó este viernes un veredicto de culpabilidad a Yaroshenko, acusado de negociar el contrabando de un importante lote de cocaína. La sentencia definitiva se dará a conocer el 28 de julio.
Tanto el delito que se incrimina a Yaroshenko como los métodos empleados por agentes de DEA y otros organismos judiciales de EEUU suscitan dudas serias, señaló el portavoz.
El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores seguirá prestando apoyo jurídico y consular a Konstantín Yaroshenko como a cualquier otro ciudadano de Rusia que se ve en una situación embarazosa en el exterior y insistirá en que se respeten en pleno volumen sus derechos de persona y ciudadano, dijo.
La fiscalía del distrito Sur de Nueva York anunció el 2 de junio de 2010 que Yaroshenko fue detenido en Liberia. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia declaró que la detención, la extradición y el proceso contra el ciudadano ruso representaban en sí una burda violación de las respectivas normas del Derecho Internacional, la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963 y la Convención Consular bilateral de 1964. EEUU presentó excusas a la parte rusa por no haberla informado oportunamente sobre la detención de Yaroshenko.
Junto con Yaroshenko fueron procesadas otras tres personas, todas de origen africano, dos de las cuales fueron declaradas inocentes. Los cuatro fueron detenidos en Liberia en mayo de 2010 a raíz de una operación llevada a cabo por servicios secretos de EEUU.
Yaroshenko se negó a declararse culpable. Sus abogados Lee Ginsberg y Anna Brown afirman que el piloto ruso, efectivamente, estuvo negociando el transporte de la droga, pero en el momento de su detención no disponía de ningunos medios para hacerlo ni dio su consentimiento definitivo.
La parte de cargo presentó como una prueba la grabación de unas conversaciones sostenidas por Yaroshenko y otros tres involucrados con los agentes secretos que se habían presentado como traficantes de drogas.
