EEUU considera que el Consejo Nacional transitorio de Libia “es una autoridad legítima y digna de confianza que representa al pueblo libio”, según el consejero de seguridad nacional de EEUU, Tom Donilon.
“El consejero de seguridad nacional de EEUU, Tom Donilon, se reunió hoy con el presidente del Consejo Nacional transitorio de Libia, Mahmoud Jabril. En el transcurso de la reunión Donilon indicó que EEUU considera el Consejo como un órgano legitimo que representa al pueblo libio.
Donilon subrayó también que el régimen de Muamar Gadafi, al contrario, ya no es legítimo y volvió exigir su dimisión inmediata”, dice el comunicado de la Casa Blanca difundido tras la reunión.
“El señor Donilon y doctor Jabril trataron la estrategia de EEUU y de la coalición internacional para apoyar el Consejo Nacional libio. El señor Donilon aplaudió las aspiraciones del Consejo a realizar amplias reformas políticas en Libia y garantizar el futuro democrático del país”, indica el documento.
Las protestas masivas contra el régimen de Muamar Gadafi, más de 40 años en el poder, comenzaron a mediados de febrero pasado desembocando en enfrentamientos armados entre las tropas gubernamentales y los rebeldes.
Pronto tras el inicio de disturbios, los rebeldes establecieron en la ciudad de Bengasi en el noroeste del país el Consejo Nacional que se proclamó la única autoridad legítima en el país.
El 17 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1973 que impone una zona de exclusión aérea sobre Libia y autoriza una operación militar extranjera en el país norafricano.
En la operación, en marcha desde el pasado 19 de marzo, participan Gran Bretaña, Francia, EEUU, Canadá, Bélgica, Italia, España, Dinamarca, Noruega y Qatar. El 31 de marzo la OTAN asumió el mando de todas las operaciones en Libia.
Según la Alianza, el objetivo de la operación consiste en garantizar el bloqueo aéreo de Libia y el embargo de armas al país así como proteger a la población civil.
La Fuerza Armada de EEUU anunció el cese de su participación directa en la misión en Libia y encomendó a Gran Bretaña, Francia y otros miembros de la OTAN concluir la operación.
