El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó de “horribles” los acontecimientos en Yemen y llamó a las partes del conflicto a renunciar a la violencia y sentarse a la mesa de negociaciones, informa corresponsal de RIA Novosti.
“Es horrible lo que pasa ahora en Yemen. Es una sangrante guerra civil. Lamentamos que no haya sido aceptada la iniciativa del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAGP) para el arreglo en el país”, comentó Lavrov.
La víspera en la capital de Yemen, Saná, se perpetró un ataque contra la mezquita próxima al palacio presidencial. A raíz del ataque resultaron heridos el primer ministro, el viceprimer ministro, el presidente del parlamento y varios políticos yemeníes que rezaban la tradicional oración del viernes.
El ataque se cobró la vida de cuatro efectivos de la guardia presidencial. El mismo presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, quedó levemente herido.
El gobierno de Yemen atribuyó la autoría del ataque a la influyente federación tribal Hashid. El líder de dicha federación, Sadeq Al-Ahmar, a su vez, niega estar relacionado con el ataque contra la mezquita.
Las manifestaciones antigubernamentales contra el presidente Saleh, más de 30 años en el poder, comenzaron en Yemen a principios de febrero. Las fuerzas de orden dispersan las protestas con violencia. Según la prensa occidental, los desórdenes causaron varias centenas de muertos.
El pasado 23 de mayo el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAG) retiró su propuesta para la resolución pacífica de la crisis en Yemen debido a que el presidente Saleh se negó a firmar un acuerdo que le obligaba transferir el poder pacíficamente en el transcurso de un mes a cambió de la inmunidad a persecución.
