El Ejército regular eliminó a 21 militantes de Al Qaeda en el sur de Yemen, informó el Ministerio yemení de Defensa citado hoy por Reuters.
Dieciocho guerrilleros fueron matados en Zinjibar, capital de la provincia de Abyan, y los restantes tres, en las inmediaciones de la ciudad de Lawdar. El Ejército regular sufrió nueve bajas.
El pasado 27 de mayo, varios centenares de hombre armados – supuestos militantes de Al Qaeda – expulsaron a las tropas gubernamentales de Zinjibar, se apoderaron de la ciudad y volaron varios edificios administrativos. La Fuerza Aérea de Yemen realizó varios ataques aéreos contra Zinjibar a partir del 30 de junio, además de someter a un intenso bombardeo artillero las zonas residenciales de esta ciudad de 20 mil habitantes. El 7 de junio, los militares reportaron la eliminación de guerrilleros en Zinjibar, entre ellos, Hasan Águila, jefe de Al Qaeda en la ciudad de Magreb.
Las manifestaciones antigubernamentales en Yemen comenzaron a principios de febrero, al calor de las revueltas en Túnez, Egipto y otras naciones del mundo árabe. Los cuerpos de seguridad no titubearon en usar la fuerza para reprimir las protestas. Según la prensa occidental, los desórdenes ya causaron varios centenares de muertos y colocaron a Yemen al borde de una catástrofe humanitaria.
El mandatario yemení Allí Abdalá Saleh, quien lleva más de 30 años en el poder, se negó en mayo pasado a firmar un acuerdo para el traspaso del poder a cambio de garantías de inmunidad. A principios de junio, un proyectil explotó en el recinto del palacio presidencial en Saná; Saleh recibió heridas en la cabeza y el pecho y se vio obligado a someterse a una intervención quirúrgica en la vecina Arabia Saudí.
Según la prensa, Saleh sigue controlando la situación a través de su hijo Ahmed y otros allegados aunque formalmente es el vicepresidente quien se desempeña como jefe del Estado en su ausencia. La oposición yemení ya declaró que no dejará que Saleh vuelva al país.
