Damasco aprecia altamente la posición mantenida por Rusia con respecto al problema sirio y le expresa agradecimiento, declaró hoy el canciller sirio Walid Muallem, al intervenir en una rueda de prensa en la capital del país.
“Expresamos nuestro agradecimiento a Rusia, China, la India, Brasil, Sudáfrica y el Líbano por la posición que mantienen (...). Sobre muchos de nuestros amigos se ejerce presión, pero siguen ocupando una posición objetiva, lo que valoramos altamente”, dijo.
Rusia y China, dos Estados con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, se pronuncian en contra de aprobar para Siria una resolución parecida a la que se emitió sobre Libia, que permita injerencia extranjera en los asuntos de Siria.
Muallem señaló que es inadmisible cualquier “injerencia foránea” en los asuntos de Siria. “Damasco no cederá ante ningunas exigencias extranjeras”, dijo.
El canciller sirio refutó categóricamente las afirmaciones de que Irán y Hezbolá ayudan a Siria a aplastar protestas populares. “Irán y Hezbolá prestan apoyo político a Siria en cuestiones de eliminación de la crisis y en la realización de reformas anunciadas por el presidente Asad. Pero no le prestan ninguna ayuda militar”, afirmó.
Además, descartó la posibilidad de una intervención militar de países occidentales en Siria, como la realizada en Libia.
“No habrá bloqueo del espacio aéreo sobre Siria y tampoco se realizara intervención militar, les aseguro”, declaró el canciller. Siria a diferencia de Libia o Irak no tiene petróleo, por lo que no podrá compensar a países occidentales los respectivos gastos militares, explicó.
Al rechazar las acusaciones de que las reformas se realizan con lentitud en el país, Muallem aseveró que Siria saldrá de la crisis como “un Estado de justicia social, igualdad y responsabilidad de todo el mundo ante la ley”.
Las protestas comenzaron en Siria a mediados de marzo pasado en la ciudad de Deraa, situada en la frontera con Jordania. Después las conmociones se extendieron a otras regiones del país. Según defensores de derechos humanos, unas 1.300 personas perdieron la vida en los choques con las fuerzas de seguridad.
Las autoridades oficiales sirias a su vez responsabilizan a “los elementos extremistas armados” de los actos de violencia que se cometen en el país y de la muerte de 340 militares y agentes de seguridad.
El 8 de este mes de junio, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal elevaron al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto renovado de resolución para Siria. El documento exhorta a cesar sin dilaciones los actos de violencia, condena la violación de los derechos humanos e insta a Damasco a garantizar inmediatamente el acceso de los observadores internacionales al país.
Rusia se pronuncia en contra de emitir el Consejo de Seguridad de la ONU cualquier resolución sobre Siria y exhorta a las autoridades sirias y a la oposición del país a entablar un diálogo.
