Si se confirma que Francia suministra armas a los rebeldes libios, tal acto deberá calificarse como una burda violación de la Resolución 1970 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, declaró hoy el canciller ruso Serguei Lavrov.
“Preguntamos hoy a la parte francesa si corresponde a la realidad la noticia de que insurgentes libios recibían armas de Francia. Estamos esperando la respuesta. Si esa información se confirma, deberá interpretarse como una burda violación de la Resolución 1970 del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo Lavrov a la prensa.
El periódico Le Figaro comunicó la víspera que Francia provee de armas en secreto a unas tribus bereberes que pueblan montañas al sur de Trípoli. Según el rotativo, aviones franceses lanzan pertrechos en paracaídas sobre unas canchas acondicionadas con este fin en los montes Nafusa. Son lanzagranadas, misiles antitanque, ametralladoras y fusiles automáticos. Los altos mandos de Francia no informaron sobre el particular a la coalición que está llevando a cabo la operación militar en Libia.
El portavoz del Estado Mayor General de Francia, coronel Thierry Burkhard, confirmó el miércoles pasado los “suministros en paracaídas”, pero dijo que se trata de armas ligeras y municiones solamente y desmintió el envío de armas guiadas antitanque.
El embajador de Francia ante la ONU, Gerard Araud, declaró a su vez que el suministro de armas a los rebeldes libios no implica violación de la resolución 1970 del Consejo de Seguridad dado que se efectúa en conformidad con el punto 4 de la resolución 1973 que permite ignorar el embargo de armas a Libia previsto en el párrafo 9 de la resolución 1970 en casos excepcionales con objetivo de proteger a la población civil.
A mediados de febrero en Libia estallaron protestas masivas contra el régimen de Muamar Gadafi que lleva más de 40 años en el poder. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo una resolución sobre la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia. Para poner en práctica esa medida, garantizar el embargo sobre los suministros de armas a Libia y proteger a su población civil, una coalición de países occidentales emprendió el 19 de marzo pasado una operación militar en Libia. El 31 de marzo, su mando fue asumido por la OTAN. El mandato para llevarla a cabo expiraba el 27 de este mes de junio. Pero el 1 de junio fue prorrogado por 90 días, hasta finales de septiembre.
