Naciones Unidas pidió evitar tensiones en la zona del Mediterráneo Oriental, después de que Israel presentara a la ONU una declaración sobre el establecimiento de su zona marítima exclusiva en el Mediterráneo, con grandes yacimientos de gas reclamados por Líbano, según un comunicado del organismo.
“Las Naciones Unidas llama a todos los Estados del Mediterráneo Oriental delimitar sus zonas marítimas para explotar recursos fuera de la costa sin que ello aumente la tensión en la región ni impida el desarrollo en las zonas económicas”, dice el documento.
El pasado 10 de julio, Israel fijó las fronteras de su zona económica exclusiva en el Mediterráneo que incluye dos yacimientos de gas, Tamar y Leviatán, descubiertos hace un año por un consorcio estadounidense-israelí frente a la costa mediterránea israelí.
Gracias a este hallazgo, Tel Aviv no sólo aspira a conseguir la independencia energética durante décadas, sino también convertirse en un importante exportador de gas natural.
El tramo norte de la zona marítima, el más importante, fue trazado en virtud de un acuerdo con Chipre alcanzado en diciembre de 2010, pero se convirtió en objeto de disputa con otro vecino de Israel, Líbano, que anteriormente reclamó la propiedad de los yacimientos ante la ONU.
Beirut, que se encuentra en estado de guerra con Israel, calificó el plano israelí como una “violación de la soberanía similar a la agresión contra un país”.
La zona económica exclusiva es un área marítima que se extiende desde el límite exterior del mar territorial hasta una distancia de 200 millas marinas (370,4 km) contadas a partir de la línea de costa. Aunque, a diferencia del mar territorial, el Estado no puede prohibir o limitar el tráfico marítimo y aéreo en esta zona, tiene derecho de explotar recursos naturales hallados en ella.
