El Gobierno de China responsabilizó a extremistas formados en los campos de entrenamiento islamista en el extranjero de perpetrar el ataque contra civiles que causó la víspera una treintena de muertos y heridos en la ciudad de Kashgar, Región Autónoma Uigur de Xinjiang.
Según las primeras pesquisas, antes de viajar a Xinjiang los cabecillas del grupo extremista recibieron instrucción en el manejo de materiales explosivos en Pakistán en los campos del “Movimiento Islámico del Turkestán del Este”, una organización separatista uigur.
El ataque, cuyo objetivo fue un restaurante de Kashgar, se saldó con al menos seis muertos, incluido su propietario, y 28 heridos, entre los que hay tres agentes. La policía mató a cinco y detuvo a varios de los asaltantes.
Las autoridades de Xinjiang también emitieron una orden de búsqueda y captura contra dos atacantes que lograron huir del lugar de los hechos. Ambos son residentes locales de etnia uigur. La policía anunció una recompensa de 100.000 yuanes (más de US$15.000) por información que permita detenerlos.
El ataque contra el restaurante estuvo precedido por otra acción violenta que las autoridades locales no han clasificado por ahora como terrorista. La tarde del sábado dos desconocidos asaltaron un camión asesinando a su conductor y lo dirigieron contra transeúntes matando a otros ocho e hiriendo a 27 personas.
Uno de los autores de la masacre fue abatido en el lugar de los hechos, mientras que al otro lo detuvo la policía.
