El presidente yemenita, Alí Abdalá Saleh, aceptó revisar su postura sobre la iniciativa de las monarquías arábigas para la reconciliación en Yemen, informaron fuentes oficiales del país.
Al reunirse ayer con los miembros del partido gobernante yemenita Congreso Popular General, Saleh aceptó “iniciar la búsqueda de posibilidades para revalidar la iniciativa del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAG) y crear instrumentos que garanticen el traspaso pacífico del poder en Yemen”, según las fuentes.
El mandatario yemenita se mostró dispuesto a cooperar con las principales fuerzas opositoras del país, así como organizaciones internacionales y gobiernos para llevar a la práctica la iniciativa.
Actualmente Saleh se encuentra en Riad, capital de Arabia Saudita, donde recibe el tratamiento médico tras resultar herido en un atentado el mes pasado de junio cuando un proyectil explotó en el recinto del palacio presidencial en Sana.
El plan del CCEAG para el arreglo en Yemen prevé que Saleh traspase el poder al vicepresidente en el plazo de un mes desde la formación del Gobierno de unidad nacional y que la oposición deje de organizar manifestaciones. Además, el plan prevé conceder inmunidad a Saleh contra la persecución judicial.
No obstante, Saleh sin rechazar directamente la iniciativa, en tres ocasiones anteriores se negó a firmar el documento correspondiente bajo diversos pretextos.
Las protestas antigubernamentales comenzaron en Yemen en febrero pasado. Sus participantes exigen la dimisión de Saleh, que fue elegido presidente del Yemen del Norte en 1978. Agentes de orden público emplean armas para disolver las manifestaciones. Según medios noticiosos occidentales, centenares de personas perecieron en el país en dos meses que duran las conmociones.
El CCEAG está integrado por Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
