El piloto ruso Konstantín Yaroshenko, a quien un jurado estadounidense declaró culpable de una conspiración para traficar con cocaína hacia Estados Unidos, fue sentenciado a 20 años de cárcel, informó la corresponsal de RIA Novosti en Nueva York.
En su última palabra, que duró más de 30 minutos, el acusado declaró que muchas de las afirmaciones de la parte acusatoria eran “mentiras y calumnias”.
“Señoría, le pido clemencia. No para mí, sino para ni familia”, dijo el piloto con lágrimas en los ojos al finalizar su intervención.
La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York pedía para Yaroshenko una pena de 30 años de prisión, mientras que su abogado insistía en el castigo mínimo de los previstos para delitos de narcotráfico, alegando la buena reputación familiar del acusado, la ausencia de antecedentes penales y su papel limitado en la trama criminal.
El vicecónsul de Rusia en Nueva York, Alexandr Otchainov, expresó su decepción por la “dura” sentencia.
“Teniendo en cuenta todas las circunstancias del proceso contra Konstantín Yaroshenko, así como las numerosas instancias de Rusia ante la parte estadounidense, no esperábamos una sentencia tan dura”, manifestó el diplomático a periodistas tras hacerse público el veredicto.
Junto con el piloto ruso fueron procesadas otras tres personas, todas ellas de origen africano, dos de las cuales fueron declaradas inocentes y la tercera, condenada a 30 años de cárcel.
Los cuatro fueron detenidos en Liberia en mayo de 2010 en el marco de una operación llevada a cabo por los servicios secretos estadounidenses y poco después extraditados a EEUU. No obstante, la noticia trascendió sólo semanas después.
El pasado mes de abril un jurado popular declaró a Yaroshenko culpable de una conspiración para traficar con un alijo de 4.000 toneladas de cocaína, una parte del cual se destinaba para EEUU.
Según la cancillería rusa, la detención, la extradición y el proceso contra el piloto ruso fueron una burda violación de las normas del Derecho Internacional, la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963 y la Convención Consular bilateral de 1964.
Washington presentó anteriormente excusas a Moscú por no haber informado oportunamente sobre la detención de Yaroshenko.
