La Asamblea General de la ONU inauguró la víspera su 66º período de sesiones, pidiendo unidad a la comunidad internacional para afrontar problemas como el calentamiento global o las reformas de la propia entidad internacional, incluido su Consejo de Seguridad.
Refiriéndose a la reforma de la ONU como uno de los temas centrales, el nuevo presidente de la Asamblea General, el qatarí Nasir Abdulaziz Al Naser, llamó a reavivar el trabajo de la Asamblea y potenciar su eficacia y flexibilidad, sobre todo en lo que se refiere a la detección temprana de crisis y a la reforma del Consejo de Seguridad.
“No es nada vergonzoso reconocer que tras seis décadas nuestra organización necesita reformas”, manifestó Al Naser.
El Consejo de Seguridad, cuya reforma se debate desde hace 18 años, es el único de los organismos de la ONU con resoluciones vinculantes, mientras que las de la Asamblea General son de carácter recomendatorio. Los miembros permanentes del Consejo son los mismos desde hace varias décadas (Rusia, China, Estados Unidos, Reino Unido, Francia).
Entre otros temas principales de la nueva Asamblea General, su presidente destacó la necesidad de lograr soluciones pacíficas a conflictos.
“La Asamblea General debe tener más implicación y competencias en materia de mediación, para poder cumplir con su papel de pacificador universal en la encrucijada actual relaciones internacionales”, subrayó.
La próxima semana, la Asamblea General celebrará una sesión con la asistencia de jefes de Estado y Gobierno ministros de distintos países, en la que Rusia estará representada por el titular de Exteriores, Serguei Lavrov.
Según está previsto, el debate se centrará esos días en la intención de Palestina de lograr el reconocimiento como Estado.
Al contestar a preguntas de usuarios de las redes sociales, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró el martes que apoya el deseo de los palestinos, aunque considera el reconocimiento de su Estado pasa por la negociación con Israel.
