El servicio de inteligencia alemán BND empleó en los años 50-60 del siglo pasado a un ex criminal nazi, Walther Rauff, para recoger información sobre el líder cubano Fidel Castro, según un artículo publicado en la revista Der Spiegel.
Rauff ideó para la SS cámaras de gas móviles que los nazis usaron ampliamente en campos de concentración y territorios ocupados para matar presos con emanaciones de gas.
Después de terminada la Segunda Guerra Mundial, escapó a Sudamérica y se asentó en Chile. Se ignora, si el BND reclutó a Rauff antes o después de la fuga pero hay pruebas de que fue agente en el período de 1958-1962, recibió entrenamiento en la Alemania occidental y cobró de su servicio secreto 70.000 marcos, una suma muy sustancial para aquella época. Todo eso, a pesar de que había una orden para capturarle como criminal de guerra.
Una de las misiones de Rauff, según un investigador consultado por Der Spiegel, consistía en espiar contra Cuba, a saber, recoger información sobre Fidel Castro. Es probable que esa tarea formara parte de una operación conjunta con la CIA que por aquellas fechas tramaba un atentado contra el líder de la revolución cubana.
Rauff fue detenido en 1962 y sometido a un juicio por crímenes de guerra pero la Justicia chilena declaró el sobreseimiento por prescripción. Murió en 1984 en Chile.
Su caso no es el único. Investigadores descubrieron en los archivos del BND testimonios de que el ex oficial de la SS Alois Brunner, responsable por la deportación de unos 130.000 judíos a los campos de concentración, era “ex colaborador” del servicio secreto alemán en Damasco.
