El embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, declaró hoy que Moscú nunca aceptará que el escudo antimisiles de la OTAN controle todo el territorio europeo de Rusia.
"Rusia no está en contra del escudo antimisiles que está creando la OTAN, pero nunca aceptará que el radio de acción de este escudo permita controlar todo el territorio europeo de Rusia", dijo Rogozin a RIA Novosti.
Señaló que Moscú sigue insistiendo en que EEUU y la OTAN deben dar garantías jurídicas de que el futuro sistema de defensa antimisiles no apuntará contra las fuerzas nucleares estratégicas rusas.
"Moscú quiere unas garantías claras y expresas, pero parece que ni Estados Unidos ni la Alianza pueden darlas", apuntó el embajador.
En su opinión, EEUU y la OTAN pretenden desviar la atención pública de este asunto para ocultar su negativa a aceptar las exigencias objetivas de Moscú.
"En caso de que no haya avances, Rusia se verá obligada a adoptar medidas de carácter compensatorio, pero confío en que Washington y Bruselas ya lleguen a comprender que sostienen una postura contraproducente", dijo Rogozin.
El estado actual de las conversaciones sobre el escudo antimisiles de la OTAN será tema a debatir en la reunión del grupo de trabajo para la cooperación con la OTAN en defensa antimisiles convocada para el próximo 10 de octubre en Moscú.
Rusia y la OTAN acordaron cooperar en la creación de la defensa antimisiles para Europa en la cumbre bilateral celebrada en noviembre de 2010 en Lisboa. Para Moscú es importante que la OTAN dé garantías reales de que ese sistema de defensa no apuntará a Rusia. Es decir, Moscú desearía tener un documento jurídicamente vinculante al respecto.
Altos funcionarios de EEUU y la OTAN afirmaron en más de una ocasión que este escudo no supone amenaza alguna para Rusia, pero ésta rechaza el papel de observador pasivo en dicha materia e insiste en que las respectivas garantías sean refrendadas en un documento legal.
