La Autoridad Nacional Palestina (ANP) considera que Israel “acelera la destrucción del proceso de paz” con la decisión de continuar la ampliación de asentamientos judíos, declaró el portavoz del líder de la ANP, Nabil Abu Rudeina.
“Acelerar la construcción de viviendas es acelerar la destrucción del proceso pacífico, mientras que el congelamiento de la transferencia de los recursos financieros palestinos es robo de dinero al pueblo palestino”, dijo Rudeina.
El portavoz palestino hizo su declaración después de que ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó acelerar la ampliación de asentamientos judíos en Jerusalén Este, Gush Etzion y Maale Adumim.
Se trata de 2.000 unidades de vivienda que quedarán en el territorio israelí en cualquier caso, sin dependencia del posible reconocimiento del Estado palestino, según dijo el asesor del primer ministro israelí, Alex Selski.
El gabinete ministerial israelí en una sesión sobre la seguridad aprobó la respectiva decisión tras la admisión de Palestina a la UNESCO el pasado lunes.
La Conferencia General de la UNESCO admitió a Palestina como miembro de esa organización. En relación con eso, la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, declaró que Washington suprime el pago de su aportación ordinaria, de 60 millones de dólares, al presupuesto de la UNESCO. EEUU tenía que transferir ese dinero hasta finales de noviembre de 2011.
“Israel congelará provisionalmente la transferencia de recursos financieros a Palestina. En la próxima sesión gel gobierno aprobará otras medidas contra la ANP”, dijo Selski.
La ANP está dispuesta a reanudar las negociaciones con Israel sí Tel Aviv ordena el cese total de la construcción de asentamientos israelíes en Jerusalén Este y reconoce las fronteras de 1967.
Los palestinos exigen la creación del Estado palestino en el marco de las fronteras de 1967, incluidos los territorios palestinos ocupados por Israel que son Cisjordania, la Franja de Gaza con su capital en Jerusalén Este.
Israel rechaza volver a las fronteras de 1967 y considera Jerusalén su “capital única e indivisible”.
