Rusia expresa su preocupación por los planes de la OTAN de emplazar buques con misiles guiados en los mares del norte, declaró hoy el embajador ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin.
"Estados Unidos está hablando de un despliegue provisional, pero sabido es que no hay nada tan permanente como lo provisional... Los buques serían emplazados en el mar del Norte, en el mar Báltico y probablemente en el mar de Barents", comentó.
Dijo que esa flota se posiciona formalmente como un potencial para interceptar misiles balísticos en la parte sur de Europa. "Pero no le creemos mucho porque los misiles balísticos deben ser interceptados en la fase de aceleración", señaló.
Comentó que Rusia y la OTAN sostienen intensas consultas pero existe el "punto de no retorno". "Se trata de que en la cumbre de la Alianza en mayo próximo será aprobada definitivamente la llamada arquitectura de defensa antimisiles en Europa", apuntó.
Según el embajador, si la parte rusa queda al margen de dicha arquitectura, Moscú adoptará contramedidas para compensar el problema.
Rusia y la OTAN acordaron cooperar en la creación del escudo antimisiles para Europa en la cumbre bilateral celebrada en noviembre de 2010 en Lisboa. Para Moscú es importante que la OTAN dé garantías reales de que ese sistema no apuntará a Rusia. Es decir, Moscú desearía tener un documento jurídicamente vinculante al respecto.
Altos funcionarios de EEUU y la OTAN afirmaron en más de una ocasión que este escudo no supone amenaza alguna para Rusia, pero ésta rechaza el papel de observador pasivo e insiste en que las respectivas garantías sean refrendadas en un documento legal.
