El Gobierno de Japón levantó este martes parcialmente el embargo a las exportaciones de armas que impuso de forma voluntaria hasta más de 40 años, informaron medios locales.
Según la agencia Kyodo, el Consejo nipón de Seguridad Nacional acordó hoy relajar ese embargo, permitiendo a los fabricantes japoneses participar en empresas conjuntas en el ámbito de la industria militar y suministrar material militar para misiones humanitarias.
En particular, la medida permitirá al mayor fabricante de armas nacional, Mitsubishi Heavy, colaborar con la compañía estadounidense Lockheed Martin en el desarrollo del caza de quinta generación F-35.
La semana pasada, Tokio dio luz verde a que las Fuerzas de Autodefensa de Japón se equipen con estos cazas. La participación de empresas niponas en la fabricación de los aviones permitirá reducir el costo del pedido, valorado en 7.000 millones de dólares.
En 1967 Japón se comprometió a no vender armas a regimenes comunistas, así como a países implicados en conflictos internacionales o contra los que pesen sanciones de la ONU.
A raíz de ese embargo, Tokio tuvo que suspender la cooperación en el ámbito del diseño y la fabricación de armas y renunciar a la participación en proyectos multinacionales.
