Daniel Ortega tomó posesión la víspera a la presidencia de Nicaragua, que será tercer mandato hasta 2017, comunicó hoy la cadena de televisión Univision.
La ceremonia de posesión tuvo lugar en la plaza de la Revolución en Managua. Ortega fue recibido con júbilo por miles de sus partidarios y con protestas de la oposición que niega su legitimidad.
Ortega recibió el primero mandato presidencial en 1985. Perdió las elecciones en 1990. Logró recuperar el cargo de primer mandatario sólo en 2006. La Constitución del país no estipulaba el cumplimiento de dos mandatos presidenciales seguidos. Pero ese párrafo fue eliminado mediante un dictamen del Tribunal Supremo.
En la ceremonia inaugural estuvieron presentes muchos presidentes de los países latinoamericanos, incluido Hugo Chávez, fiel amigo de Ortega, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, quien llegó junto con Chávez desde Caracas.
A la ceremonia también asistió el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, heredero de la corona de España.
Durante un discurso, Ortega dijo en la que la tarea del partido Sandinista es afianzar la victoria conseguida en los comicios presidenciales, y declaró que América Latina no tiene otro camino que el del socialismo, que actualmente se construye en Nicaragua.
Ortega, nacido en 1945, desde muy joven militó en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que luchó contra la dictadura de Somoza. Pasó siete años en cárcel. Al caer la dictadura en 1979, se vio en el olimpo de la política nicaragüense.
Las transformaciones económicas y sociales anunciadas por su Gobierno fueron respaldadas por Cuba y la Unión Soviética. Ortega define el camino elegido por su partido para Nicaragua como “socialista, cristiano y solidario”.
Al esgrimir consignas socialistas, realiza al mismo tiempo reformas liberales. Antes ateo, abrazó la fe católica y actualmente busca apoyo del cardenal.
Nicaragua es uno de los países más pobres del Hemisferio Occidental. Recibe ayuda económica de Venezuela. Según expertos, puede tratarse de unos 500 millones de dólares al año. Ese dinero permite realizar programas de ayuda a las capas más necesitadas de la población nicaragüense, conocidos como “obsequios del comandante”.
Ortega dijo que no atentará contra la propiedad privada, permitirá la gestión de las compañías extranjeras presentes en el país y cooperará con el Fondo Monetario Internacional.
El fortalecimiento de relaciones con Rusia, debilitadas durante el gobierno de las fuerzas políticas liberales, no le impide buscar reconciliación con EEUU. Pero al mismo tiempo Ortega declaró que demandará el pago por Washington de 17.00 millones de dólares como compensación del daño material ocasionado a Nicaragua durante la guerra civil.
