El año pasado fue el más sangriento para la población civil de Afganistán y el número de víctimas mortales aumentó el 8% en relación con 2010, consta un informe de la ONU, divulgado hoy en Kabul.
Según los datos de la ONU, el año pasado perecieron en el país 3.021 civiles frente a 2.777 en 2010.
Al presentar el informe, la directora de la oficina afgana de derechos humanos de la ONU, Georgette Gagnon, manifestó que “la comunidad mundial debe incrementar sus esfuerzos para disminuir el número de muertos y heridos entre niños, mujeres y hombres”.
De acuerdo al documento, el 77% de los afganos asesinados cayeron víctimas de los talibanes y miembros de otros grupos rebeldes, mientras en el 14% de los casos la responsabilidad por la muerte de los civiles en el país recae en las fuerzas afganas de seguridad y la OTAN.
