La retirada de embajadores europeos y árabes de Siria podría ser un indicio de la preparación de un conflicto a gran escala, afirmó el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, al tiempo que denunció intentos de desprestigiar a Moscú ante el mundo árabe.
“Por el momento puede que no sea una renuncia a la solución diplomática del problema, pero sí es un indicio de que podrían estar preparando un conflicto de una envergadura mayor”, declaró el diplomático en una entrevista a la cadena rusa NTV.
Según Churkin, éste podría ser el origen de las informaciones difundidas por algunos medios sobre la presencia de comandos británicos y cataríes en Siria.
El embajador ruso ante la ONU advirtió de que si Occidente continúa llevando la situación en Siria hacia una desestabilización, que posteriormente afectará a Irán y Líbano y que amenaza con provocar la desintegración de Libia, la Eurozona terminará por desaparecer y también surgirán problemas en Estados Unidos, que tiene las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina.
En cuanto a las informaciones sobre el presunto incidente entre Churkin y el primer ministro catarí, el diplomático ruso afirmó que se trata de una “burda provocación que pone en evidencia los métodos vulgares usados para sembrar desinformación y pánico” y desprestigiar a Rusia ante los países árabes.
“En este caso concreto, afortunadamente, esas tres grandes conversaciones que tuve con él no sólo tuvieron lugar en presencia de un gran número de personas, sino también de terceras partes, es decir, lo embajadores de algunos países y representantes de la Liga Árabe”, argumentó.
El embajador agregó que ya se puso en contacto con su homólogo catarí que reconoció que se trató de un intento de enemistar a los dos países.
Por otro lado, Churkin negó también las afirmaciones de que las discrepancias sobre la crisis siria, que mantienen Rusia y EEUU podrían llevar a una nueva guerra fría.
“Fue un estado de enfrenamiento político, ideológico y militar total, donde ambos países realizaban un enorme esfuerzo preparándose a una guerra nuclear con la que destruirían uno al otro y al resto del mundo. No podemos regresar a ese estado”, explicó.
Desde hace casi un año, Siria es escenario de violentos choques entre la oposición y las fuerzas gubernamentales que, según datos de la ONU, se han cobrado más de 5.000 vidas humanas.
Por su parte, el Gobierno sirio reporta más de 2.000 muertos entre los soldados y policías que se enfrentan a milicias fuertemente armadas.
Ante el temor a posible intervención militar extranjera en Siria, Rusia y China bloquearon el pasado 4 de febrero en el Consejo de Seguridad una resolución contra Damasco. Ambos países ejercieron su derecho de veto por segunda vez en los últimos meses.
