Rusia rechazó participar en la reunión del “grupo de amigos de Siria” en Túnez, donde se reunieron opositores del gobierno sirio sin notificar el objetivo verdadero de la iniciativa, declaró hoy el portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Alexandr Lukashevich.
“No nos han presentado la lista oficial de los participantes ni invitados ni tampoco la agenda de la cita. Lo principal es que no se conoce el objetivo verdadero de la iniciativa. Según la información obtenida, ciertos grupos de la oposición fueron invitados a Túnez pero ningún representante del gobierno sirio”, dijo Lukashevich.
Túnez propuso celebrar la primera conferencia internacional del “grupo de amigos de Siria” durante la reciente sesión de los cancilleres de la Liga Árabe hace una semana en El Cairo. El canciller tunecino, Rafik Abdul Salam, citado por el diario árabe Al Ashraq al Awsat, comunicó que Rusia participaría en la conferencia.
Este martes el portavoz de la cancillería rusa informó que un grupo de países ya está elaborando el documento final de la cita en Túnez, sin notificar a otros países invitados sobre los detalles y se les pide sólo firmar el respectivo papel, según datos obtenidos.
En este contexto Rusia no ve “ninguna posibilidad de participar en la presente cita” ya que aboga por la idea de que “todos los miembros de la comunidad mundial actúen como amigos del pueblo sirio y no de una parte de éste”, señaló Lukashevich al agregar que la reunión en Túnez parece formar una “coalición internacional” cuyo objetivo es “apoyar a una parte del conflicto”.
“Proponemos a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que encomienden al secretario general de la ONU enviar a Siria a su enviado especial para acordar con el gobierno y otras partes las garantías del suministro seguro de la carga humanitaria”, según la cancillería rusa.
Siria es escenario de disturbios desde hace casi un año. Según la ONU, los enfrentamientos causaron al menos 5.400 muertos, cifra desmentida por las autoridades que hablan a su vez de 2.000 muertos entre militares y agentes de seguridad, víctimas de unos militantes bien armados.
El pasado 16 de febrero, la Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría una declaración que condena la violencia del Gobierno sirio contra la oposición y apoya la petición de la Liga Árabe para la dimisión del presidente sirio, Bashar Asad.
La votación del documento, presentado por 70 países de Occidente y el mundo árabe, culminó con 138 votos a favor, 12 en contra y 17 abstenciones.
