La Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, se reunió anoche con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los responsables de la Liga Árabe, y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Nabil al Arabi y Ekmeleddin Ihsanoglu, para analizar posibles soluciones a la crisis siria, informó la jefa de la diplomacia europea en un comunicado.
“Durante el encuentro hemos discutido propuestas urgentes para poner fin a la violencia, aliviar el sufrimiento de la población siria, en particular mediante la asistencia humanitaria, y para buscar soluciones pacíficas a la crisis”, declaró Ashton.
Según la diplomática europea, los cuatro organismos internacionales celebrarán próximamente una nueva reunión sobre Siria.
“Se ha decidido continuar en estrecho contacto, con el objetivo de crear un foro para coordinar la acción de los cuatro respecto a Siria. Será un complemento al esfuerzo internacional para buscar una solución pacífica a la crisis siria y el fin inmediato de la violencia, como la conferencia de los Amigos de Siria que se celebrará el 24 de febrero en Túnez”, explicó.
Desde hace mediados de marzo de 2011, Siria es escenario de violentos choques entre la oposición y las fuerzas gubernamentales que, según datos de la ONU, se han cobrado más de 5.000 vidas humanas.
Por su parte, el Gobierno sirio reporta más de 2.000 muertos entre los soldados y policías que se enfrentan a milicias fuertemente armadas.
El pasado 16 de febrero, la Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría una declaración que condena la violencia del Gobierno sirio contra la oposición y apoya la petición de la Liga Árabe para la dimisión del presidente sirio, Bashar Asad.
Ante el temor a posible intervención militar extranjera en Siria, Rusia y China bloquearon el pasado 4 de febrero en el Consejo de Seguridad una resolución contra Damasco. Ambos países ejercieron su derecho de veto por segunda vez en los últimos meses.
Esta semana, Rusia anunció que no asistirá al foro del denominado "Amigos de Siria" convocado a propuesta de Túnez, por considerar que el verdadero objetivo de la iniciativa no está claro, ya que el Gobierno sirio no fue invitado a la cita.
