La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, culpó a Rusia de que el presidente sirio, Bashar Asad todavía gobierna el poder.
“Su negativa (de Rusia) de unirse a nosotros en la toma de ciertas medidas constructivas permite a Asad continuar todavía en el poder, bien armado y con la oportunidad de hacer caso omiso de las demandas de su propia región, nación y del mundo”, dijo Clinton.
Rusia y China como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, en dos ocasiones bloquearon la aprobación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación de Siria. Moscú y Pekín temen que se repita en Siria el llamado “escenario de Libia”, incluida una intervención militar externa.
Clinton señaló que en Siria hay una amenaza de guerra civil, y se comprometió a tratar de persuadir a Rusia, durante la próxima reunión con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, para que al menos acepte las medidas que permitan prestar asistencia humanitaria al pueblo sirio.
Lavrov anunció anteriormente su intención de discutir en la reunión del G-8 a nivel de ministros de Exteriores que se llevará a cabo hoy y mañana en Washington, la posibilidad de influir en la oposición siria para que cumpla el plan del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.
Durante más de un año, Siria es escenario de violentos enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas gubernamentales que según datos de la ONU ya causaron más de 9.000 muertos. Por su parte, el Gobierno sirio reporta más de 2.000 muertos entre los soldados y policías que se enfrentan a milicias fuertemente armadas.
