El presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, calificó como “inadecuado a la realidad ucraniana” el llamamiento para boicotear los partidos de la Eurocopa 2012 en Ucrania en protesta por presuntos malos tratos sufridos en la cárcel por la ex primera ministra del país, Yulia Timoshenko.
“Considero que el llamamiento para boicotear es absolutamente inadecuado a la situación existente en Ucrania. En distintas viejas democracias se han dado casos de condena o acusación contra presidentes o primeros ministros, pero esto jamás ha llevado a boicotear ninguna competición”, afirmó Komorowski anoche en declaraciones a la cadena nacional TVP1.
El mandatario de Polonia, país que también acoge la Euro 2012, subrayó que observa con “especial preocupación los intentos de arruinar la fiesta” de fútbol.
“Existe el riesgo de que la fiesta de fútbol arruinada en Ucrania también se traduzca en pérdidas económicas para nosotros, en un malestar y un gasto en vano de esfuerzo y dinero”, explicó.
Según el líder polaco, tanto en el deporte como en la política también "hay que procurar guardar la compostura”.
Las declaraciones de Komorowski se producen ante el anuncio de varios líderes europeos de que boicotearán los partidos de la Eurocopa disputados en Ucrania en protesta por la situación de Timoshenko, quien se declaró en huelga de hambre tras sufrir presuntamente malos tratos en la cárcel en la que cumple una condena de siete años por abuso de autoridad.
En particular, el Gobierno de Austria adelantó ayer que ninguno de sus miembros viajará a Ucrania durante el torneo, a menos que las autoridades de este país mejoren las condiciones de prisión de la ex jefa del Ejecutivo.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, declaró el pasado lunes que no acudirá a los actos oficiales que Ucrania prevé celebrar como sede del campeonato europeo.
Además, estará ausente en la Euro 2012 el titular de Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, podría pedir a sus ministros que boicoteen el torneo. La propia mandataria germana ya anunció que no viajará a los partidos jugados en Ucrania a menos que Timoshenko sea puesta en libertad.
